Suecia es un país que, junto con los demás países escandinavos, tiene uno de los índices de percepción de corrupción (IPC) más altos a nivel mundial. Esto quiere decir que, según Transparencia Internacional, tiene uno de los niveles más bajos del uso indebido de la administración para beneficio privado. Pero esta percepción de la corrupción puede cuestionarse si tenemos en cuenta el asesinato de políticos suecos como Olof Palme y Anna Lindh que desvelan irregularidades en la investigación de los magnicidios en beneficio de los autores de los crímenes, así como también se evidencia una corrupción flagrante cuando se trata de favorecer los intereses de las mafias que controlan los Estados Unidos de América. Un ejemplo que demuestra flagrante corrupción en Suecia tratándose de favorecer a poderes corruptos es el caso de Julian Assange.
El fundador de WikiLeaks demostró e hizo públicos crímenes de guerra y torturas evidenciando corrupción de gobiernos que muy lejos de ser perseguidos, fueron estos corruptos quienes enfocaron los medios de comunicación sobre Julian Assange demonizándolo de tal forma, que un hombre que no tenía antecedentes de abusos sexuales, de repente se encontró que en Suecia fue acusado de violación durante nueve años y medio por todo el aparato estatal y medios de comunicación sin tener la oportunidad de defenderse porque nunca se presentaron cargos. Todo este daño se le hizo con total impunidad sin que se persiguieran a los responsables de tan mezquina e indignante agresión contra la integridad de Assange.
Según el relator especial de la ONU sobre tortura, Nils Meizer, en las acusaciones de violación contra Assange encontró las siguientes irregularidades gracias a que conocía el idioma sueco y pudo entender el contenido de los expedientes:
- “¿por qué una persona estaría sujeta a nueve años de investigación preliminar por violación sin que nunca se hayan presentado cargos?”
- “Cualquiera puede iniciar una investigación preliminar en contra de otra persona con tan solo ir a la policía y acusarla de un delito. Sin embargo, las autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Lo dejaron intencionalmente en el limbo. Imagínese ser acusado de violación durante nueve años y medio por todo el aparato estatal y medios de comunicación sin tener la oportunidad de defenderse porque nunca se presentaron cargos.”
- “Assange se entrevistó con las autoridades suecas en varias ocasiones porque quería responder ante las acusaciones. Pero las autoridades pusieron obstáculos.”
- “Según el testimonio de la mujer en cuestión, nunca se produjo una violación. Y no solo eso: después, la policía de Estocolmo cambió el testimonio de la mujer sin que ella participara para que de alguna manera pareciera una posible violación.”
- “El 20 de agosto de 2010, una mujer llamada S. W. entró en la comisaría de Estocolmo junto con una segunda mujer llamada A. A. La primera, S. W, dijo que había tenido relaciones sexuales consentidas con Julian Assange, pero que él no había usado condón. Dijo que ahora le preocupaba que pudiera estar infectada con VIH y quería saber si podía obligar a Assange a hacerse una prueba de VIH. Ella dijo que estaba realmente preocupada. La policía anotó su declaración e inmediatamente informó a los fiscales.”
- “S. W. nunca acusó a Julian Assange de violación. Ella se negó a responder a más preguntas y se fue a su casa. Sin embargo, dos horas después, apareció un titular en la portada de Expressen, un tabloide sueco, que decía que Julian Assange era sospechoso de haber cometido dos violaciones.”
- “La segunda mujer dijo que había puesto su apartamento a disposición de Assange, que se encontraba en Suecia para una conferencia. Se trataba de un pequeño apartamento de una habitación. Estando Assange en la casa, ella llegó antes de lo planeado, pero le dijo que no había problema y que los dos podían dormir en la misma cama. Esa noche tuvieron sexo consentido con condón, pero ella dijo que, durante el acto, Assange había roto intencionalmente el condón. Si eso es cierto, entonces por supuesto se trata de un delito sexual conocido como stealthing. Pero la mujer también dijo que no se dio cuenta de que el condón estaba roto hasta después. Esa es una contradicción que debería haberse aclarado absolutamente. Si no lo percibo, entonces no puedo saber si el otro lo rompió intencionalmente. No se pudo detectar un solo rastro de ADN de Assange o A. A. en el condón que se presentó como evidencia.”
- “Las dos mujeres no se conocían. A. A., que estaba acogiendo a Assange y ejercía como su secretaria de prensa, había conocido a S. W. en un evento en el que S. W. llevaba un jersey de cachemir rosa. Al parecer, ella sabía por Assange que estaba interesado en tener un encuentro sexual con S. W. porque una noche recibió un mensaje de un conocido que decía que sabía que Assange se quedaría con ella y que, a él, el conocido, le gustaría contactar con Assange. A. A. respondió: aparentemente Assange está durmiendo en este momento con la «chica de cachemir». A la mañana siguiente, S. W. habló con A. A. por teléfono y dijo que ella también se había acostado con Assange y ahora le preocupaba haberse infectado de VIH. Esta preocupación aparentemente era real, porque S. W. incluso fue a una clínica para una consulta. A. A. entonces sugirió: «Vayamos a la policía, ellos pueden hacer que Assange se haga una prueba de VIH». Sin embargo, las dos mujeres no fueron a la comisaría más cercana, sino a una muy lejana donde trabaja como policía una amiga de A. A. que luego interrogó a S. W. Al principio estaba presente A. A., lo que no es una práctica adecuada. Sin embargo, hasta este punto el único problema era, como máximo, la falta de profesionalidad.”
- “La deliberada malicia de las autoridades solo se hizo evidente cuando difundieron de inmediato la sospecha de violación a través de la prensa sensacionalista. Y lo hicieron sin preguntar a A. A. y contradiciendo la declaración dada por S. W. Este hecho también violó una prohibición clara de la ley sueca contra la publicación de los nombres de presuntas víctimas o perpetradores en casos de delitos sexuales. Luego el caso llegó a la fiscal general de la capital, quien suspendió la investigación de violación unos días después estableciendo que, aunque las declaraciones de S. W. eran creíbles, no había evidencia de que se hubiera cometido un delito.”
- “La declaración fue modificada sin involucrar a la mujer en cuestión y no fue firmada por ella. Esta es una evidencia manipulada, a partir de la cual las autoridades suecas luego crearon una historia de violación.”
¿Por qué las autoridades suecas harían algo así?
“El momento es decisivo: a finales de julio, WikiLeaks, en cooperación con varios medios internacionales, publicó los «Diarios de la Guerra de Afganistán». Esta fue una de las filtraciones de información más grandes de la historia del Ejército de EE. UU.
Inmediatamente después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a Assange con todo tipo de casos criminales durante los próximos 25 años.”
En el punto 7 los hechos declarados parecen más bien una trampa, especialmente llamativa la contradicción en la declaración de una de las mujeres, pero es en el punto 8 donde todo se hace muy sospechoso: “las dos mujeres no fueron a la comisaría más cercana, sino a una muy lejana donde trabaja como policía una amiga de A. A. que luego interrogó a S. W.” Por otra parte, en el punto 5, la razón de ir a la policía para obligar a Assange a hacerse la prueba del SIDA no se sostiene, porque en la clínica que ella visitó previamente le podrían haber dicho si estaba infectada o no.
Estas observaciones del Relator especial de la ONU sobre tortura al examinar los expedientes del caso Assange, muestran hasta qué punto tiene poder el gobierno estadounidense sobre la administración sueca.
Un compañero de trabajo en un colegio público de Estocolmo me explicó que el magnicidio de Olof Palme fue un punto de inflexión en la historia sueca con un antes y un después. Antes de la muerte de Olof Palme, la sociedad sueca se sentía segura y era feliz, pero después del magnicidio todo fue distinto y la gente tenía miedo de hablar. Las investigaciones para averiguar a los responsables de tan horrendo crimen apuntaron a muchos sitios, pero ninguno a la embajada de Estados Unidos. El intento reciente de asesinar a Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, es un indicio más de qué puede pasar si un político relevante se manifiesta contrario a la OTAN, una organización criminal con una larga historia de crímenes y masacres. Así se explica que Suecia, un país que llevaba más de 200 años sin intervenir en guerras, se haya apresurado a entrar en la OTAN gracias a una manipulación de los medios de información suecos, donde se ocultan las verdaderas razones del conflicto en Donbas y convirtiendo así a Estocolmo en un posible objetivo de ataque con armas nucleares.
Es muy llamativo que las revueltas, la criminalidad, los asesinatos, los atentados, etc. hayan aumentado de forma exacerbada en Suecia en los últmos años que contrasta con la paz que relativamente yo percibía con anterioridad. No puedo evitar ver todo este aumento reciente de la violencia como una especie de revolución de color donde se hace insostenible la paz si no se obedece ciegamente a los terroristas de la OTAN.
Con todo esto no quiero decir que Suecia sea el país más corrupto del mundo. Gracias a la admirable labor de la Socialdemocracia sueca que supo construir una sociedad más justa, Suecia es todavía un país admirable. Pero desde 2022 se están viendo deterioros preocupantes en los servicios sociales, especialmente en sectores tan importantes como la sanidad y la enseñanza. El caso de Julian Assange es un ejemplo que muestra el poder del imperio americano sobre la soberanía y seguridad de los países europeos.
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