Extracto de la página web ACOSO ORGANIZADO que contiene abundante información y fuentes para informarse sobre acosos de naturaleza política.
¿QUÉ ES EL ACOSO ORGANIZADO?
Es una forma de acoso derivada de los programas de represión social sin encarcelamiento ni enjuiciamiento COINTELPRO (del FBI en EE.UU. entre 1956 a 1971) y Zersetzung (empleado durante los años 70 y 80 por la Stasi en la antigua Alemania comunista y otros países del bloque soviético) en el que un grupo de personas vagamente asociadas que, de una manera organizada y sistemática, invaden todos los ámbitos de la vida de una persona buscando siempre la negación plausible.
Buscando la negación plausible se usan contra la víctima técnicas de guerra psicológica de forma metódica y sistemática para destruir completamente su credibilidad haciéndola parecer una enferma mental o mentirosa si ésta intenta comunicar lo que ocurre, amordazándola así psicológica, anímica, social, laboral y económicamente para que sea incapaz de defenderse eficazmente y consiguientemente poder prolongar el acoso durante toda su vida.
Se busca la destrucción de la víctima con falsos diagnósticos psiquiátricos, llevarla a caer en actitudes antisociales, tenderle trampas con montajes para poder encarcelarla o encerrarla en un psiquiátrico, que termine en la indigencia y/o se suicide.
Los motivos para convertirse en víctima de acoso organizado suelen estar relacionados con la destrucción de su credibilidad o la venganza por haber entrado en conflicto con instituciones o personas relacionadas con el poder económico, político o social como pueden ser periodistas, activistas o testigos de delitos cometidos por dichas personas o instituciones.
Muchas víctimas desconocen por completo la motivación de su acoso y se especula con la posibilidad de que puedan ser simplemente parte de experimentos de métodos de tortura.
Otras personas se convierten en víctimas por servir de apoyo a otras víctimas o por el simple hecho de conocer lo que realmente les ocurre.
CAMPAÑA DE ODIO/CALUMNIA/DESPRESTIGIO CONTRA LA VÍCTIMA:
Se inicia una campaña de desprestigio mucho tiempo antes de que la víctima sea realmente acosada. Los acosadores retuercen y fabrican la realidad a través de dicha campaña, mostrando mentiras que pintan a la víctima como: pederasta, una persona con secretos oscuros ocultos, una persona altamente inestable que puede ser una amenaza para la sociedad, una prostituta, un drogadicto, acosador, maltratador, ladrón, terrorista, etc.
Se busca una degradación sistemática de la reputación, la imagen y el prestigio de la víctima en base a explotar rasgos personales y a información verdadera, verificable y desacreditadora junto con información falsa, creíble, irrefutable y, por lo tanto, también desacreditadora de tal forma que sus allegados o aquellos con los que entre en contacto sean incapaces de diferenciar la realidad de la mentira.
La campaña de desprestigio establece el escenario para que la víctima se aísle en casi todos los entornos de trabajo-social-familiar, una vez que comienza el acoso real. La campaña de difamación es fundamental para eliminar todos los recursos y medios de defensa de la víctima, antes de que comience el acoso real. Se lleva a cabo una ingeniería sistemática de fallas sociales y profesionales para socavar la autoconfianza de la víctima generándole dudas sobre perspectivas futuras.
Las personas cercanas a la familia, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo comienzan a ser “reclutados” por los acosadores, quienes se presentan como agentes de la ley, investigadores privados o grupos de ciudadanos afectados/preocupados previo estudio de sus personalidades y de las relaciones que mantienen con la víctima para adaptar el cómo, el cuándo y qué detalles de la campaña se les comunica y/o cómo se les coacciona. A otros les llegan rumores a través del boca a boca o de redes sociales.
Video que explica muy bien que es la deuda ilegítima y como se utiliza esta deuda para degradar y esclavizar a la sociedad a costa de hacer un gran negocio fraudulento y rebajar los derechos sociales.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts ha desarrollado una tecnología que permite enviar mensajes audibles a un cerebro humano sin necesidad de algún aparato receptor.
En la revista Optics Letters de la Sociedad Óptica (OSA), investigadores del Laboratorio Lincoln del Instituto Tecnológico de Massachusetts informan sobre el uso de dos métodos diferentes basados en láser para transmitir varios tonos, música y discursos grabados a un volumen de conversación. Se trata de la primera vez que un sistema utiliza láseres completamente inocuos para los ojos y la piel humana para comunicarse con personas concretas en entornos muy ruidosos.
Los nuevos métodos se basan en el efecto fotoacústico, que se produce cuando un material forma ondas sonoras después de absorber luz. En este caso, los investigadores utilizaron vapor de agua en el aire para absorber la luz y crear sonido. Este sistema funciona también en ambientes muy secos porque siempre hay algo de vapor de agua en el aire que puede reaccionar.
Según los investigadores, las autoridades podrían transmitir mensajes directamente a los cerebros de las personas en situaciones de emergencia como tiroteos, etc. Pero como todos los avances en ciencia el uso de estas tecnologías puede ser bueno o malo. Desgraciadamente, si confiamos en la honestidad demostrada por ciertos gobiernos, estos avances tecnológicos pueden ser una amenaza para la sociedad.
Aunque existen patentes del siglo pasado de aparatos que pueden introducir voces en una cabeza ajena como estas patentes de 1983 y 1988 y es conocida la intención de EEUU. incorporar la telepatía en sus Fuerzas Armadas, no deja de sorprender esta “nueva” tecnología basada en láser.
¡Finalmente admitido! “Nueva” tecnología puede transmitir voces directamente a su cabeza.
El texto en castellano que se incluye a continuación es una traducción del inglés cuyo original se puede leer en este enlace: Mind Control. Es un texto escrito por Magnus Olsson, una víctima sueca de control mental, formado en la Universidad de Harvard el cual fue invitado como experto en el programa de RT “Desde la sombra” que dirigía Daniel Estulin.
El texto describe perfectamente la situación de las víctimas de telepatía artificial. La traducción original del inglés se puede leer en este enlace: Resistencia frente a la violencia.
< “En realidad, el hecho de experimentar la “telepatía artificial” no es que sea algo extraordinario. Es tan sencillo como recibir una llamada de teléfono móvil dentro de la cabeza.
De hecho, la mayor parte de la tecnología utilizada es exactamente idéntica a la tecnología de los teléfonos móviles. El emisor y el receptor están conectados vía satélite. Un ordenador “multiplexor” envía la señal de voz del emisor a través de torres de microondas hasta una posición o teléfono móvil determinados con exactitud. El “receptor” es localizado y rastreado con gran precisión, con un margen de error de unos cuantos metros con respecto a su ubicación real. Sin embargo, el receptor no es un teléfono móvil, sino un cerebro humano.
De repente, una voz surge de la nada en la mente de la persona objetivo. El cráneo humano carece de “cortafuegos” y por lo tanto no puede impedir que la voz entre. El receptor puede oír los pensamientos verbales del emisor. El emisor, a su vez, puede oír todos los pensamientos de la víctima, exactamente como si los pensamientos verbales de la víctima hubieran llegado a pronunciarse o a transmitirse. Por ello, podría decirse que se tiene la sensación de “escuchar voces”, pero la definición más adecuada es la de “telepatía artificial”.
Ahora bien, si la telepatía artificial fuera totalmente voluntaria, como una conversación entre dos amigos sentados uno frente al otro en una habitación, podría ser algo positivo. Uno podría hablar con su amigo una y otra vez, intercambiando pensamientos verbales exactamente como si estuviera hablando por teléfono, pero sin tener que usar ni la voz ni la boca. Es una forma de hablar completamente silenciosa, un habla subvocal. Sería estupendo que los amantes pudieran utilizarla.
Lo malo es que la telepatía artificial constituye un arma perfecta para la tortura mental y para el robo de información. Proporciona un medio extremadamente potente para explotar, acosar, controlar y violar la mente de cualquier persona del planeta. Abre la puerta a una posesión casi demoníaca del alma de otra persona.
Cuando se utiliza como un arma “no letal”, se convierte en un medio ideal para neutralizar o desacreditar a un adversario político. Los manifestantes por la paz, los periodistas incómodos y los líderes de los grupos fuertemente discrepantes pueden quedar anulados y silenciados con esta arma.
La telepatía artificial también ofrece un medio perfecto para la invasión completa de la intimidad. Si todos los pensamientos pueden ser leídos, entonces es que no hay manera de proteger ni las contraseñas, ni los números PIN, ni los secretos personales. Uno no puede estar solo ni en el cuarto de baño ni en la ducha. Las cosas que hacemos en nuestra intimidad y que nos daría vergüenza que se supieran ya no se pueden ocultar, y están sometidas a todo tipo de comentarios hirientes. Pueden recopilar pruebas para chantajearnos con enorme facilidad: todos los errores o deslices que hayamos cometido en el pasado pueden ser objeto de crítica.
Al igual que un pervertido de los que se dedican a llamar por teléfono, una persona hostil que pueda controlar esta tecnología puede llamarnos a cualquier hora del día, todo el santo día. Puede interrumpir nuestro sueño, puede profanar nuestras oraciones, puede burlarse de nuestras creencias religiosas, puede interrumpir nuestras reuniones de negocios, puede hacer que nuestros pensamientos descarrilen. Puede contaminar, pervertir, retorcer y maltratar nuestro sentimiento amoroso. Puede invadir nuestros sueños, puede destruir nuestros buenos recuerdos.
El agresor no puede ser visto ni identificado, la agresión no se puede detener, y el daño psicológico es enorme. Pero no hay daño físico, en el cuerpo no queda ni una sola marca y no hay absolutamente ninguna prueba de que se haya cometido un delito o una intromisión. Todo lo que le “pasa” a la víctima, ocurre dentro de la cabeza de la víctima. ¿Qué pruebas físicas pueden ser aportadas a la policía? Sin pruebas físicas, ¿cómo van a fotografiar la “escena del crimen” o a identificar las huellas del acosador? No hay pisadas ni entrando en la escena ni saliendo de ella. De hecho, la escena física no existe, y no hay ninguna prueba de que la agresión haya tenido lugar.
La mayoría de las personas que sufren esta forma abusiva de “telepatía artificial” se sienten como si su mente hubiese sido violada. Se sienten perseguidas, acosadas, hostigadas y maltratadas por una o varias personas que se niegan a dar sus nombres, que ensucian la mente de sus víctimas con el lenguaje más grosero y perverso que pueda imaginarse, y que se niegan a colgar y a desaparecer. La persona o las personas que llaman disfrutan con la tortura perversa y sádica que infligen a sus víctimas. Además, disfrutan violando la privacidad de sus víctimas, leyendo sus mentes y haciendo comentarios sobre todo lo que las víctimas piensan, en un esfuerzo por demostrarles lo más despiadadamente posible que no tienen intimidad ninguna.
En resumen, las personas que llaman actúan exactamente igual que los violadores o los degenerados que se dedican a acosar. Imaginemos lo que un hombre podría hacer si se encontrase un “teléfono móvil mágico” que le permitiera introducirse en la cabeza y en los pensamientos íntimos de cualquier persona del planeta. La tentación de escoger una persona objetivo al azar y de empezar a espiarla o a maltratarla sería enorme, casi irresistible. Podría convertirse rápidamente en un hobby nauseabundo y retorcido, en un vicio. Si se deja en las manos de un equipo de la policía secreta, la posibilidad de que se haga un mal uso de esta tecnología resulta aún más escalofriante.
Ahora bien, la reacción natural de una persona normal e inteligente que por primera vez sufre la horrorosa experiencia de que le violen la mente es sentir pánico y echar mano de un teléfono de verdad. Llama a su familia, se pone en contacto con su médico o llama a la policía para denunciar algo sumamente extraño: “alguien está emitiendo voces en mi cabeza.”
Pero si es la policía la que está cometiendo estos abusos, las víctimas no van a conseguir gran ayuda, ¿no es así? Y si los policías no son los autores, entonces ¿cómo van a detener a nadie? Lo más práctico y fácil es creer que la persona que llama es un chiflado. Rápidamente, la víctima de la violación mental se ve sometida a la humillación añadida de que la internen en un hospital psiquiátrico, a menudo en contra de su voluntad y a instancias de un ser querido que lo hace “por su bien”.
Cuanto más vehementes sean los esfuerzos que la víctima haga por demostrar que la voz o las voces en su cabeza son “reales”, mayor será la soberbia que las sonrisas de los médicos dejarán traslucir, médicos que insistirán con delicadeza en que dicha tecnología no existe, en que las voces no pueden ser reales, y en que hay que hay que tomarse una fuerte medicación y acostarse para descansar durante un buen rato.
La sensación de “oír voces” (sobre todo las voces que ocasionan un maltrato continuo) conduce directamente a la sala acolchada del pabellón psiquiátrico. De hecho, la sensación de oír voces constituye un ejemplo clásico de esquizofrenia. Si uno oye voces, es que uno está, por definición, loco.
Sin embargo, cuando las personas “que oyen voces” salen del hospital con un suministro de medicamentos caros, con frecuencia se dan cuenta de que los medicamentos no surten efecto, que es exactamente lo que cabría esperar si su problema no tuviera nada que ver con la química del cerebro y en cambio sí que tuviera que ver con una agresión bio-electrónica por parte de unos acosadores ocultos.
Las personas que oyen voces a menudo dejan desconcertados a los psiquiatras, ya que muchas de ellas no encajan en el modelo clásico de la esquizofrenia, cuyos ataques aparecen por lo general a los veintitantos años. Las víctimas de la “telepatía artificial” suelen tener unos treinta o cuarenta años y muchas no tienen antecedentes ni de enfermedad mental grave ni de consumo de drogas. Muchas parecen ser despiertas, saludables y racionales, incluso cuando insisten en que pueden oír voces. Están de acuerdo con los psiquiatras en que sí, que están deprimidas, pero ¿quién no estaría un poco deprimido en unas circunstancias tan difíciles? El hecho de ser acosado e intimidado verbalmente a todas horas es una forma de tortura mental.
Las víctimas de la violación mental se dan cuenta rápidamente de que no pueden hablar de sus “problemas psicológicos” ni con su familia ni con sus compañeros de trabajo. Se trata de algo turbador, muy extraño, que inspira poca compasión y que solamente sirve para asustar a la mayoría de la gente. La única forma en que otra persona puede “ayudar” es sugiriendo a la víctima de violación mental que vaya a ver a un psiquiatra, que de inmediato doblará la dosis de los medicamentos y de los antidepresivos. El resultado será una factura médica exagerada, que sólo añadirá penurias económicas a la situación. Y el hostigamiento verbal continuará.
A medida que aprenden a soportar la tortura diaria, las personas que oyen voces por lo general pueden volver a llevar una vida corriente, en la que son capaces de mantener conversaciones inteligentes y coherentes, conservar un empleo y funcionar con bastante normalidad. De hecho, si no hablan de su “problema”, normalmente no se distinguen de la gente normal que va por la calle. Porque estas personas son personas normales.
El número creciente de personas que “oyen voces” en nuestra sociedad permanece por lo tanto oculto. Aquellos que siguen afirmando que existe una “sociedad secreta de personas que emiten voces hacia el interior de nuestras cabezas” sencillamente son acallados con burlas o etiquetados de esquizofrénicos paranoides, y quedan completamente desacreditados. De hecho, muchos de los que oyen voces han interiorizado la idea de que son enfermos mentales, y se esfuerzan por comprender cómo sus “alucinaciones auditivas” siguen pareciendo tan reales.
Naturalmente, muchas de estas personas que oyen voces están profundamente desconcertadas, y recurren a grupos de apoyo, entre los que se incluyen las comunidades en línea tales como el grupo de apoyo a los oyentes de voces en Yahoo.com.
Quienes duden de la existencia de la “telepatía artificial” no tienen más que ponerse en contacto con alguna de estas comunidades, donde encontrarán a personas que siguen afirmando que están siendo acosadas por personas reales que utilizan una tecnología desconocida o falta de explicación.
Sorprendentemente, hay una cantidad enorme de literatura científica y de pruebas circunstanciales que respaldan esa afirmación. En los próximos artículos, exploraremos la historia de la telepatía sintética y aprenderemos los nombres de los científicos que desarrollaron esta tecnología siniestra. También identificaremos y estudiaremos algunos de los organismos gubernamentales que están utilizando este instrumento de tortura contra ciudadanos inocentes.
A medida que se desarrolla el material de fondo, cada vez quedará más claro que estamos hablando de un moderno proyecto Manhattan (un programa de investigación super secreto, más siniestro y potencialmente más devastador que el desarrolló la bomba atómica).” >
Según la declaración a la televisión sueca de dos testigos presenciales del asesinato de Olof Palme, Leif Ljungqvist y Hans Johansson, el presunto homicida al que se le atribuye la muerte del líder socialdemócrata sueco es inocente. Ambos coinciden que el acusado, Stig Engström, no estaba en el lugar en el momento del crimen y que llegó más tarde, además la descripción física del acusado no coincide en absoluto con la del autor del disparo que acabó con la vida del primer ministro sueco. Los testigos también muestran su decepción por la forma sospechosa de reaccionar de la policía que acudió al lugar, la cual parecía desinteresada en perseguir al verdadero culpable según la impresión de quienes vivieron aquellos momentos.
La versión oficial que circula en los principales medios de comunicación, ha sido muy criticada por la falta de transparencia y la cantidad de irregularidades que, en opinión de muchos, han obstruido las investigaciones y la búsqueda de la verdad.
Los ciudadanos de Estocolmo han mostrado su decepción por el archivo definitivo de las investigaciones sobre el magnicidio de Olof Palme, llegando a calificar el proceso como un fiasco.
Aunque el magnicidio se realizó en la época de la Operación Cóndor y posteriores sucesos como el asesinato de la Ministra sueca de asuntos exteriores, Anna Lindh, y las falsas acusaciones contra Julian Assange que tuvieron lugar gracias a una sospechosa actuación por parte de ciertos miembros de la policía sueca, no se ha tomado en cuenta al parecer, en las investigaciones, la posible intervención de EEUU en estas horribles tragedias.
Imagen: Olof Palme en una manifestación contra la guerra de Vietnam.
Parece como si la izquierda española estuviese manipulada o tuviese miedo de la verdad. La verdad es que se habla mucho de fascismo cuando en realidad se refieren a sicarios neoliberales del imperialismo de EEUU.
Los golpes de Estado, privatizaciones, neoliberalismo, etc. actuales son cosa de EEUU y sus socios, y no de Franco que murió hace muchos años. El franquismo tiene dos etapas claramente distintas: La primera fascista pro-Alemania nazi con una ideología de defensa de la patria, y la segunda, a partir de los años 60, opusina pro-EEUU neoliberal con una ideología más bien de “venta de la patria” como ha demostrado el bipartidismo diseñado por el Opus Dei, PP-PSOE, en sus alternantes gobiernos. No obstante los sicarios de EEUU tuvieron que esperar a que muriese Franco para empezar a vender España a las multinacionales extranjeras haciendo negocio personal con total impunidad.
No olvidar que la Operación Cóndor, orquestada por la CIA, donde fueron asesinados sistemáticamente cientos de miles de intelectuales y simpatizantes de izquierda, tuvo como militares activos a miembros del Opus Dei los cuales no eran en absoluto fascistas, sino sicarios del imperialismo americano.
La transición, el Rey, los gobiernos del Opus fueron orquestados por la CIA y la CIA no es fascista, es solo una organización criminal con un inmenso poder que asesina sistemáticamente para asegurar los intereses de las grandes corporaciones. Esos del Opus sacando banderas en la calle se ríen de todos al hacer creer que son franquistas “patriotas” cuando en realidad se trata de sicarios de corporaciones extranjeras.
Parece que hay interés en ocultar esto, que España está sufriendo las consecuencias de la deuda impagable a causa de los sicarios del imperialismo americano. Es muy sospechoso que en el Ministerio de Justicia haya tanto interés en la “Memoria Histórica” pero ningún interés en recuperar las inmensas fortunas estafadas y robadas por los ladrones neoliberales que, a sabiendas, han permitido la esclavitud de la deuda impagable a las generaciones venideras a costa de llenarse los bolsillos ilícitamente.
Solo bastaría un juez para exigir responsabilidad criminal tanto a los que han vendido empresas públicas rentables como a los que las han comprado, en calidad de presuntos autores, de participación o complicidad de diversos delitos como administración desleal de los bienes públicos, de malversación de bienes públicos, prevaricación, de tráfico de influencias, de cohecho, etc. Teniendo en cuenta la ilegalidad de las operaciones financieras en perjuicio del interés público, se podría contemplar la devolución de los bienes públicos estafados y una indemnización por los daños ocasionados durante décadas a tantas familias.
Para garantizar su impunidad, parte del diseño consiste en el control del Poder Judicial de forma que se politiza la judicatura la cual persigue mediante calumnias y acusaciones falsas a quienes se atreven a plantarles cara, y buen ejemplo de esto lo tenemos con Rafael Correa, Evo Morales, etc. que han sido falsamente acusados y perseguidos por jueces que defienden los intereses de EEUU en su propio país.
Un asesinato social consiste en destruir la imagen de una persona mediante continuadas difamaciones que tienen por objeto eliminar toda credibilidad de la víctima. Es una técnica muy antigua que en la actualidad ha tomado especial virulencia gracias al desarrollo de las redes sociales.
Los servicios secretos se han valido del asesinato social en numerosas ocasiones, y es la CIA, por ser la agencia de inteligencia de la mayor potencia mundial en la historia reciente, quien destaca en el uso de esta execrable práctica que ha sido con frecuencia un paso previo para justificar una guerra o un golpe de Estado. Ya en sus comienzos, en 1953, la recién formada CIA organizó un golpe de Estado en Irán a causa de la nacionalización del petróleo. El paso previo al golpe de Estado fue una intensa campaña de difamación contra Mohammad Mosaddeq, el primer ministro iraní responsable de la nacionalización del petróleo, que culminó con un golpe de Estado que restableció la dictadura monárquica del sha afín a los intereses de los ingleses y americanos.
Allende es otro ejemplo muy parecido de asesinato social. Allende sufrió un proceso de difamación continuada tras nacionalizar el mineral chileno. Se le acusó falsamente de ser una marioneta de la antigua URSS. Esta campaña dirigida por la CIA condujo a un golpe militar que implantó una dictadura afín a los intereses de EEUU.
Hay muchos más ejemplos, pero no siempre se trata de dar golpes de Estado o provocar una guerra. En ocasiones se trata de restar credibilidad a quienes dañan sus intereses de impunidad. Un ejemplo actual lo tenemos con Julian Assange quien, tras haber denunciado gravísimos crímenes cometidos por el Gobierno de EEUU, fue él quien fue acosado en lugar de perseguirse los crímenes que denunciaba y que demostró mediante material que hizo público. Assange fue el foco de la atención pública gracias a continúas difamaciones y falsas acusaciones mientras EEUU, autor de gravísimos crímenes, se disponía a castigarlo. Otro caso parecido es el periodista Gary Webb quien demostró en su libro Dark Alliance: The Book que, la CIA se financió por medio de la venta de drogas a los sectores más desfavorecidos de la sociedad americana. En este caso el periodista fue acosado y difamado en un sucio proceso que culminó con su muerte. Por cierto, que, a pesar de haber sido encontrado con dos tiros en la cara, se aceptó la teoría del “suicidio”.
El número de casos de asesinato social en Occidente es muy elevado, y se ha visto que muchas sectas religiosas actúan como un instrumento de la CIA para ejercer presión social. Esto podría explicar por qué la UE ha reconocido a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela a pesar de ser evidente que se trata de una marioneta de EEUU que se haautoproclamado como jefe de Estado. El miedo al asesinato social puede ser uno de los determinantes que condicionan la conducta servil de muchos políticos hacia los intereses de Washington. Por desgracia, tienen otros métodos aún peores para doblegar o eliminar gobiernos si los métodos coactivos no funcionan, como fue el caso de Irak, Libia, etc.
La práctica de destruir la imagen social de los ciudadanos, no se limita a políticos y periodistas, también se usa contra ciudadanos normales que por una u otra razón se necesita destruir su credibilidad y por lo tanto sus posibilidades de defensa. Yo puedo dar mi testimonio como víctima de asesinato social. He sufrido difamación tanto en España como en Suecia. Una razón importante para restarme credibilidad es que denuncio públicamente el uso ilegal de tecnologías basadas en Brain Computer Interface, lo cual supone unos delitos de una magnitud igual o superior a lo denunciado por Julian Assange, porque se trata de crímenes de lesa humanidad que se realizan sistemáticamente contra la población, sin que los medios de gran alcance informen sobre el peligro al que está expuesta la sociedad.
Voy a intentar explicar que significa ser asesinado socialmente en Suecia: Soy profesor sueco titulado con legitimación para ejercer la enseñanza en varias asignaturas y vivo en Estocolmo, ciudad con una gran demanda de profesores. Según la ley escolar no se debe de emplear como profesor a alguien sin legitimación si hay profesores legitimados disponibles. En los últimos años solo he podido ejercer sustituyendo a profesores sin legitimación (lo cual es ilegal) durante periodos cortos de tiempo y siempre menos del 50% del tiempo completo, además he sido objeto de mobbing en los colegios donde he trabajado. Algunos alumnos han intentado sistemáticamente crear situaciones ridículas para grabarme con sus teléfonos durante las lecciones, cosa que no hacen con ningún otro profesor por lo que he podido ver. Gente del personal me mira como si yo fuese lo peor del mundo, aunque no los conozco de nada, y esto me hace pensar que escuchan historias horribles sobre mí que circulan a mis espaldas.
Estoy en el paro a pesar de haber enviado cientos de solicitudes a empleos vacantes en la ciudad de Estocolmo. Los rectores de los colegios, que son los que tras una entrevista de trabajo ofrecen los contratos, suelen responder que han habido “muchos aspirantes cualificados” a los que van a llamar para una entrevista de trabajo, y que yo no soy uno de ellos. En los pocos casos en los que he sido llamado para una entrevista, los rectores preguntan que es lo que yo haría en una situación inaceptable, esperando que yo pudiese hacer magia cuando, según la ley, es responsabilidad de la dirección impedir que se produzcan ambientes de trabajo que conduzcan a enfermedad. He denunciado esta situación ilegal a la inspección escolar, al sindicato de profesores, al Defensor del Pueblo, etc. pero parece como si la administración sueca se cerrase herméticamente ante mis demandas. No se me dice la razón por la que no se me concede un empleo. Parece como si un poder similar al Opus Dei en España me impidiese tener un trabajo en condiciones dignas.
Además de la situación laboral, han intentado dañar mi imagen inventándose enfermedades mentales. En una ocasión que, a causa del mobbing que sufrí en un colegio, fui al médico para darme de baja, me atendió una médica en prácticas (lo que en España sería el MIR) la cual llegó 10 minutos tarde de los 20 que se supone que me habían reservado y, sin ser psiquiatra, en una visita que duró escasamente 10 minutos llegó a la conclusión de que yo tenía una psicosis. Por supuesto que nunca he hablado de las tecnologías de Brain Computer Interface con un médico. Ese diagnóstico me va a acompañar en mi expediente médico toda la vida. Me quejé a una unidad de la administración que puede eliminar diagnósticos injustos, pero da la impresión que la administración tenía interés en que perdurase ese diagnóstico en mi expediente, a pesar de haber sido realizado por una persona sin competencia en psiquiatría y en solo diez minutos de estancia con el paciente. Gracias a recibir una copia de lo que esta practicante escribió sobre mí, pude comprender que se inventó la mitad de las cosas que escribió, especialmente sobre lo que yo le dije.
Las personas que somos objeto de acosos, a no ser que seamos personajes públicos como Pablo Iglesias, Evo Morales, etc. corremos el riesgo de ser diagnosticados de psicosis si tenemos la mala suerte de caer en las manos de uno de tantosmédicos pertenecientes a alguna secta como son los miembros del Opus Dei, Evangelistas, testigos de Jehová, cienciólogos, etc. que en última instancia funcionan como un instrumento de control social al servicio de Washington. El lector puede pensar que me hubiese evitado problemas si no hubiese ido al médico, pero es difícil comprender para la gente común, lo que se puede llegar a aguantar en un trabajo como profesor siendo objeto de mobbing.
Para cualquier observador puede quedar claro que la CIA es una organización criminal al servicio de multinacionales que según John Perkins en su obra Confesiones de un sicario económico, doblegan mediante el terror y el asesinato a los países de su área de influencia para enriquecerse ilícitamente. En mi opinión, son los causantes de la muerte y psicosis de mucha gente sin que nadie pueda hacer nada para impedirlo, pero su control de los medios de comunicación hace que mucha gente crea que son los buenos de la película.
Mucha gente cree que las armas más terroríficas que existen hoy en día son las armas nucleares. Pero lo cierto es que las armas biológicas son aún más peligrosas. Una de las razones es su capacidad mortífera que puede perdurar durante años en un radio que puede abarcar la totalidad del globo terrestre, mientras que las armas nucleares tienen un radio de acción limitado.
Se entiende por arma biológica a cualquier microorganismo que cause enfermedades y sea utilizado como arma de guerra. El uso de armas biológicas está documentado por primera vez en los textos hititas (1200-1500 a.C.) y narran como víctimas de peste fueron conducidas a tierras enemigas. Otros métodos también usados en la antigüedad fueron el envenenamiento de pozos y aguas tanto por griegos como romanos, envenenamiento de flechas con heces de enfermos, etc.
En la Edad Media se usó en repetidas ocasiones la técnica de catapultar cadáveres de enfermos a las ciudades o castillos asediados. El uso de armas biológicas con la clara intención de eliminar etniasse documenta en el siglo XVIII en una carta de un oficial inglés que expresa la voluntad de usar mantas contaminadas de viruela entre la población indígena para extirpar lo que este oficial denominó “execrable raza”.
Pero fue en el siglo XX cuando el uso de armas biológicas se generalizó y, dado su poder mortífero, se empezó a desarrollar formalmente por las Fuerzas Armadas de distintas potencias. El ejército alemán fue uno de los primeros en utilizar laboratorios para producir armas biológicas durante la primera guerra mundial, le siguieron Japón y en 1941 los Estados Unidos, el Reino Unido, y Canadá iniciaron un programa de desarrollo de Armas Biológicas como botulismo y carbunco bacteriano, a pesar de que el Protocolo de Ginebra de 1925 prohibió el uso de armas químicas y biológicas.
Sobre la pandemia de 1918 que recibió el nombre de “gripe española”, no deja de llamar la atención que su origen se localizase en un campamento militar en Kansas (EEUU) aunque según el investigadorSantiago Mata “ya se habían detectado brotes muy virulentos de la gripe meses antes y no en Kansas, sino en casi todos, por no decir todos, los campamentos militares habilitados para el envío de soldados a Europa”. Y más sospechoso es que “el primer caso confirmado letal se dio el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto francés por el que entraba la mitad de las tropas estadounidenses aliadas en la Primera Guerra Mundial”. Se trata de una pandemia en la que se estima que murieron entre 50 y 100 millones de personas.
Por supuesto que el hecho de que los primeros casos de enfermedad se detectasen exclusivamente en campamentos militares en el contexto de una guerra mundial, no determina necesariamente que la causa de la pandemia fuese un arma biológica, y afirmar que lo fuese merecería ser tachado de “teorías de la conspiración” pero no cabe duda de que la pandemia influyó decisivamente en el transcurso de la guerra que acabó con la capitulación alemana poco después. Mucha gente argumenta los daños colaterales para negar que sea posible el uso de estas armas, pero lo cierto es que los daños colaterales no suelen ser óbice para conseguir los objetivos militares, y la mejor prueba son los innumerables casos, como por ejemplo el desembarco de Normandía, donde a priori se contaba con numerosas bajas.
Dentro de esta línea, hay quien sostiene que el virus del SIDA se creó en laboratorios militares. Independientemente de la veracidad de las fuentes, es obvio que, por la forma selectiva de contagio, parece pensado para eliminar homosexuales y drogadictos.
En el siglo XXI la pandemia de la gripe porcina fue criticada por los grandes negocios de ciertas farmacéuticas en colaboración con expertos de la OMS. Y la actual pandemia del coronavirus ha dado lugar a muchas sospechas. En primer lugar, es descarada la reunión que tuvo lugar en septiembre de 2019 entre empresarios de alto nivel, banqueros y responsables de varios organismos financieros mundiales con el objeto de explorar como mitigar los efectos de una pandemia y promocionar lo privado frente a lo estatal, eso sí pangando todos. Es como si se les hubiese avisado dos meses antes del brote de la pandemia en China, y tuviesen consciencia de los efectos colaterales en el caso de producirseuna acción militar. Aunque es pronto para decir quiénes van a sacar enormes beneficios de esta pandemia, cabe la sospecha de que ciertos banqueros y empresarios de alto nivel sean los beneficiarios. Pero el tiempo lo dirá.
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