El Opus Dei cuenta con numerosos miembros y allegados que, en su mayoría, están disueltos discretamente en la sociedad. El hecho de estar organizados jerárquicamente y tener una voracidad por los bienes ajenos fuera de lo común, los convierte en un potencial peligro para la seguridad de las personas que, individualmente, poco pueden hacer para defenderse contra una maquinaria que dispone de inmensos recursos y personal, al parecer, engranados en un fin común, y que además cuentan con los intrumentos del Estado para conseguir lo que desean con total impunidad.
De las numerosas prácticas delictivas de esta secta habría que resaltar de entre las más peligrosas, la práctica de los acosos para conseguir sus fines, que en ocasiones ha llegado a desenlaces mortales como muestra este caso extraído de un trabajo del sociólogo y Doctor en Derecho Alberto Moncada sobre esta secta:
«una familia de dinero de Barcelona, muy exhibida por el Opus, una de cuyas hijas, numeraria, decidió salirse y, tras muchas dificultades, lo consiguió, yéndose a vivir con una prima suya. Pero sus antiguas correligionarias no cesaron de perseguirla, incluso por la calle hasta que la chica se tiró por una ventana. La gente de su ambiente quedó muy impresionada aunque la familia no dejó traslucir la tragedia.»
La conducta de esta familia no es una excepción. Parece ser que las familias allegadas al Opus Dei acostumbran a colaborar en el encubrimiento de los delitos cometidos por esta secta, y como se menciona en el texto, la causa del acoso era, como es habitual, el dinero. La secta Opus no iba a dejar escapar tan fácilmente a una presa perteneciente a una familia “adinerada”.
Un testimonio importante es el de Miguel Fisac, conocido arquitecto español, que perteneció al Opus desde sus comienzos conociendo al fundador del Opus con el que convivió y tuvo amistad. Estos son algunos textos extraídos de su testimonio: «Conozco a bastantes que se han salido de la Obra, a los que se ha perseguido» Este otro texto muestra coacción , al parecer causada por «su generosidad»: «Después de intentar salirme del Opus Dei, año tras año, al conseguir, en Roma, que me dejaran salir, Álvaro Portillo me dijo: «Miguel, quiero pedirte perdón por la coacción que te hemos hecho para que no te fueras, porque has sido tan generoso que nos parecía que tenías vocación.» Y este otro texto describe la «marca de la casa» refiriendose a la forma que le persiguieron: «Conocí la «marca de la casa» de no perseguirme directamente sino por medio de supernumerarios, cooperadores o amigos de unos u otros numerarios y supernumerarios”
Naturalmente, hay muchos más casos documentados, como muestra este texto del artículo sobre la cuarta planta de la clínica del Opus que describe el destino que, en general, tienen las víctimas acosadas por esta secta mediante continuas hostigaciones:
“Los siervos de a pie son los encargados de provocar en el infortunado paciente algunos de los síntomas que lograrán dar con sus huesos en el hospital, la cárcel o el psiquiátrico”.
Los testimonios del artículo sobre la Cuarta Planta me sorprendieron al ver la cantidad de similitudes entre los acosos descritos, y mis vivencias como víctima, algunas de estas similitudes están documentadas en mi propio testimonio : «las cosas empeoraron cuando el Opus llegó a mi casa. Entonces mis padres y hermanos comenzaron a hablar de mí a mis espaldas susurrando, y decían que yo estaba loco. Además, gente que no conocía de nada, comenzó a hostigarme por la calle, con insultos e incluso agresiones.»
De los testimonios recogidos en las fuentes referidas se deduce, la inquietante sensación de impotencia que produce saber que vivimos en una sociedad donde una organización criminal tiene controlados los poderes del Estado, de forma que los ciudadanos vivimos expuestos no solo a un saqueo sin límites de los bienes públicos, sino que además, estamos a merced de que esta secta nos elija a cualquiera de nosotros a su antojo sin que nadie pueda ayudarnos a protegernos. El hecho de estar organizados y controlar los instrumentos del Estado les confiere una peligrosidad social enorme.
Aunque las causas de persecución suelen ser económicas, en ocasiones se trata de acabar con quienes pueden poner en peligro los intereses de la secta, como muestra este artículo sobre el opusino Federico Trillo y sus acosos a jueces que han tenido la “osadía” de investigar la corrupción de su partido el PP. Pero en contra de como plantea el artículo la fidelidad del opusino Trillo a Rajoy y Aznar, en mi opinión, tal fidelidad no es en realidad hacia ellos, porque tanto Rajoy como Aznar solo son figuras visibles de los intereses de un lobby, y Trillo, por lo tanto, solo es fiel a los intereses de ese lobby del que forma parte y que tantos privilegios le ha permitido, a saber, el Opus Dei.
Sus acosos no solo se limitan a personas, sino que también pueden acosar mediáticamente partídos políticos e incluso países como Venezuela y Bolivia que han sufrido las amenazas de un golpe de Estado. Es muy interesante este análisis de Íñigo Errejón sobre la posición de El País como ejemplo de manipulación mediática, en el que la editorial pretende encasillar a Podemos como “un socio subalterno y dócil del Partido Socialista”, y vemos como “la editorial fija los límites de lo tolerable, y reivindica de forma naturalizada para El País el derecho a adjudicar posiciones”. Así, según he podido entender, el bipartidismo es lo único permisible y no se tolera la más mínima posibilidad de considerar otra alternativa.
En relación a lo ya mencionado sobre la Cuarta Planta, hay un dato que me ha llamado la atención en especial, y es el contenido en una declaración de una víctima sobre las técnicas usadas de acoso: “conversaciones en el rellano soltando su nombre de vez en cuando.” Esta descripción coincide con la sensación que yo tenía al principio, antes de que los acosadores me mostraran que podían comunicarse conmigo directamente en mi cabeza por medio de la tecnología descrita en el artículo sobre “Voces en la cabeza”, y aunque muchos crean que la telepatía artificial es un tema de ciencia ficción, quizá cambien de opinión visitando la web Neurogadget BCI (Brain Computer Interface) que contiene numerosos artículos sobre aparatos que funcionan leyendo el pensamiento, y que están siendo usados desde hace tiempo en medicina con parapléjicos, en juegos con vehículos dirigidos a distancia con la mente, etc.
Para terminar este artículo, voy a incluir una descripción de los acosadores, según mi testimonio como víctima, así como una valoración según el Código Penal español. Aunque mi testimonio lo publiqué hace años, el que se añade en el presente artículo (los párrafos entre comillas) está ampliado con comentarios y enlaces a hechos que muestran, tras años de gobierno del PP (partido del Opus), una asombrosa similitud entre las características que describí en su momento sobre los que me acosaban, y las actuaciones de los políticos del PP en los últimos años. Espero que mi testimonio pueda ayudar a investigadores sociales, policía y otros profesionales con competencia en seguridad, así como en defensa de la Ley.
De la misma forma que intervenir un teléfono se suele denominar de forma coloquial «pinchar el teléfono», voy a usar la expresión «pinchar la cabeza», a la utilización de las tecnologías ya mencionadas en este artículo.
DESCRIPCIÓN DEL PERFIL PSICOLÓGICO
“Normalmente suelen ser varones, aunque en ocasiones también he escuchado voces femeninas. Las edades son variables, aunque por lo general suelen ser adolescentes y hombres más bién de edad madura. Su nivel cultural suele ser bastante bajo y especialmente entre los de edad madura, que en su mayoría se notan gente rústica, yo diría que hasta son analfabetos. Todos muestran un gran desprecio por la dignidad humana, y tienen muy bajo concepto de sí mismos (esto lo deduzco de sus propias afirmaciones reconociendo que son autentica basura). Aunque no es la norma, entre la gente madura, a veces hay algunos que no parecen tan rústicos y hasta se las dan de eruditos.”
Sobre este párrafo tengo que añadir, que cual sería mi sorpresa cuando, años después, me enteré que 68 de los asesores de Rajoy no tenían siquiera el título de Graduado Escolar. “Especialmente los jóvenes, tienen insistentes «muletas» idiomáticas, repitiendo continuamente frases como « ¡no veas!» « ¡ya ves!» etc. La frase mas repetida es « ¡hijo puuuta!», y he llegado a pensar de algunos de ellos, que su vocabulario se reduce tan solo a unas pocas palabras, por lo que no pueden construir otras frases. Hay uno de edad madura que solo dice « ¡eres immbécil!» « ¡eres immbécil!»….” “Si hay una palabra que pueda definir en sentido amplio a esta gente, es «sordidez». Parecen odiar todo lo que signifique valores opuestos a la sordidez, en cambio son muy favorables a la mentira, la cobardía, venderse por dinero, etc. Parece que desean que todo el mundo esté a su altura. Quizá sea esta la razón por la que tienen el vicio de poner «apodos» a todos los que pueden, y se les puede reconocer (especialmente a los jóvenes) por esta frase: «le vamos a llamar…..», y abusan de este vicio hasta el límite del ridículo. Así, si estoy poniendo comas cuando escribo, dicen: «le vamos a llamar el comas», etc. etc. Entre los mayores es bastante común, hablar con diminutivos. Por ejemplo: no dicen queso o huevo, sino «quesillo» o «huevecillo». Si se refieren a un plato dicen «platillo», independientemente de si el plato es enorme o no. También me parece interesante mencionar que, especialmente entre los mayores, todo lo disocian hacia ellos. Por ejemplo, si voy a comer o a dormir, dicen: «nos comes», «nos duermes» etc.” “La mentira es algo inherente a ellos. Son capaces de negar, lo que a todas luces todos pueden ver. Pero ellos se hacen los «locos» sistemáticamente. Es frecuente entre ellos afirmar cosas que no son verdad, con un grado de cinismo inimaginable. Por poner un ejemplo: En su cinismo, con frecuencia me dicen, que me gusta tenerlos en mi cabeza.”
En relación a la mentira, ver El Opus Dei y la mentira que contiene numerosos ejemplos y fuentes. “También, les gusta mucho acusarme de defectos, de los que ellos son representantes en su máximo exponente. Por ejemplo, dicen «tendrás cara» cuando lo que ellos hacen conmigo es el máximo exponente de lo que es tener «cara dura», etc. etc. Estas actitudes, forman parte de su cinismo.”
Ante esto y solo por poner un ejemplo, ver como el PP acusa al PSOE de antidemocrático. “La homosexualidad parece ser muy común en ellos. Muchos de ellos tienen un habla un tanto mariconil, además de someterme a acosos sexuales, que me humillan aún más que si no hubiese estas connotaciones. Pero no obstante, parece que les molesta reconocer sus tendencias sexuales. Lo que no acabo de entender sobre ellos. La mayoría son excesivamente rijosos, y parece que el sexo es lo más importante que puedan tener en su mente.”
Sobre el tema de la homosexualidad, aunque lo intentan ocultar como pueden, ver estas referencias sobre Rajoy y sobre el ex-presidente del CGPJ Carlos Divar, que apesar de hacerse público un escándalo de malversación y un asunto de su vida privada que indicaba una presunta homosexualidad, fué defendido incondicionalmente por la mayoría de los vocales del CGPJ que a su vez habían sido puestos por el PP. “Les gusta acosar y hostigar. No paran de insultarme y amanazarme. Pero las burlas se llevan el primer premio. Si hay algo que a esta gente le gusta, es burlarse de los demás que no son «de los suyos». Entre las amenazas, es muy usual la expresión: «te vamos a coger entre todos y…. » normalmente las amenazas son de agresiones físicas, pero también de internarme en un psiquiátrico y cosas parecidas. Me parece importante señalar, que nunca hablan en singular sino en plural (no dicen “te voy a…”, sino, “te vamos a…”). Esto denota la fuerte dependencia de grupo, de forma que un individio aislado perece que no se atravería a hacer nada.” “Mentalidad exclusiva e intransigente. Suelen decir que si no eres de los nuestros estás en contra de nosotros. La expresión «de los nuestros» es muy típica de ellos.” “Todos tienen una mentalidad autoritaria, de forma que, con frecuencia, se dirigen a mi en tono de dar órdenes. Es muy frecuente entre ellos, saltar a la menor opurtunidad para decir, ¡exacto! o, ¡exactamente! como si fuese imprescindible que ellos diesen su aprobación a todo. También me parece importante resaltar el acentuado egocentrismo que tienen. Todos coinciden en la característica de creer que todo lo que yo hago o pienso es para demostrarles algo, o para impresionarlos o tonterías por el estilo. A pesar poder sentir mis sensaciones, parecen incapaces de interpretarlas de forma correcta. En su afán de estár siempre por encima, intentan aparentar que lo saben todo, siendo muy frecuente que se inventen lo que hablan. Esto lo he podido comprobar repetidas veces . Lo cierto es que con frecuencia parecen querer quedar como una «autoridad».”
“En relación al sentido de la propiedad, parece que creen que todo está hecho para que ellos lo disfruten. También, al menos en España, hablaban como si el Estado fuese de su propiedad y de la ley como cosa de tontos que se lo creen. Parecen no diferenciar entre Dios y ellos, porque en muchas ocasiones me han dicho que todo lo que haga va a ser para Dios, pero en muchas otras ocasiones me han dicho que todo los que haga va a ser para ellos. Esto lo repetían especialmente en los primeros años, cuando me empezaron a pinchar la cabeza.”
Sobre el sentido de la propiedad que tiene el Opus Dei sobre los bienes ajenos ver Saqueo de bienes públicos, y Religión como pretexto para la delincuencia. “En ocasiones cuando me despierto, dicen: «empieza a grabar que ya se despierta».” “Realmente, desde un principio, siempre tuve la impresión de que buena parte de los que me pinchaban la cabeza, especialmente los adultos, eran delincuentes comunes que debían de haber estado en la cárcel, y que los tenía en la cabeza porque eran gente que no servía para otra cosa. En mi opinión es muy posible que, el Opus, en su avidez por explotar víctimas, haya podido reclutar adeptos entre los delincuentes comunes en prisiones, y dado su poder, les haya conmutado la pena a cambio de sus servicios o algo por el estilo.”
Sobre mi sospecha de que el Opus se nutre de delincuentes que son indultados a cambio de sus servicios, pude ver con posterioridad este artículo sobre los indultos “tradicionales” de Semana Santa por medio de las cofradías. “Lo expuesto hasta ahora a sido en referencia a gente de habla castellana. La gente de habla sueca, suele ser más bién madura, con un bajo nivel cultural, y bastante corta de mente, aunque hay excepciones. No parecen homosexuales, y es más frecuente la presencia de mujeres. Son también crueles, pero no tanto como los de habla castellana.”
TIPIFICACIÓN DE DELITOS
Breve informe jurídico sobre el tema de la instalación de dispositivos en el cerebro. Este informe tiene un mero valor hipotético, pues para hablar de caso práctico , es preciso que conste mediante una prueba fehaciente la existencia de una tal práctica.
Este informe va referido al Código Penal español.
El mero hecho de manipular el cerebro con la instalación de alguna clase de aparato sería un delito de lesiones. Este delito se encuentra tipificado en los arts. 147 y siguientes del CP. Estos artículos protegen no solo la salud física sino también la salud mental, siendo esta última la afectada con dicha práctica.
Como quiera que el hecho en sí está en condiciones de producir una grave enfermedad somática o psíquica, habría que aplicar un tipo agravado dentro de las lesiones como es el recogido en el art. 149 CP. Este artículo prevé una pena de seis a doce años para el que por cualquier medio o procedimiento causare, entre otros posibles resultados, una grave enfermedad somática o «psíquica».
Otro aspecto a calificar es lo que sucede tras la instalación del artilugio. Aquí hay un complejo de conductas que se pueden traducir en delitos contra la integridad moral, contra la libertad de obrar o contra el honor. Además, dada su continuidad en el tiempo, habría que apreciarlos como concursos de delitos. Tantos delitos como acciones sean susceptibles de individualizarse.
Desde el punto de vista asociativo, si es que estos hechos se realizasen bajo la pantalla de una organización, habría que estar al artículo 515, nº 3 CP, el cual califica como asociaciones ilícitas a las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios de alteración o control de la personalidad. Las penas para los asociados varían según sean éstos directores o meros miembros activos de la organización. Oscilan entre 4 años y un año de prisión, más una multa.