En el año 2007 se publicó en la revista especializada en tecnología wired.com una noticia sobre un nuevo avance tecnológico que daría a los soldados un enorme poder: El Pentágono fusionará binoculares de próxima generación con cerebros de soldados.
La agencia militar gubernamental de investigación DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) dice que el cerebro de un soldado puede ser monitoreado en tiempo real, con un EEG captando «firmas neuronales» que indican la detección de un objetivo. Según esto, las fuerzas especiales de EE. UU. pronto tendrían una nueva, extraña y poderosa arma en su arsenal: un par de binoculares de alta tecnología 10 veces más poderosos que cualquier otro disponible en la actualidad, aumentado por un sistema de alerta que literalmente golpea la corteza prefrontal del usuario para advertir de amenazas furtivas detectadas por el subconsciente del soldado.
Esta nueva tecnología denominada «Los prismáticos de Luke» en honor a los prismáticos de ciencia ficción usados por Luke Skywalker en La Guerra de las Galaxias, se propone crear su propio hardware de ciencia ficción y DARPA, estimó que para el 2010 los soldados estarían operando con esta nueva tecnología que se basa en integrar tecnologías que han estado desarrollándose en los laboratorios durante años, y que van desde la óptica de campo plano y gran angular hasta el uso de electroencefalogramas avanzados, o EEG, para reconocer rápidamente las “firmas de ondas cerebrales” en la detección de objetivos antes de que la mente consciente se dé cuenta de una posible amenaza u objetivo.
Esta tecnología muestra hasta que punto se puede «leer» el cerebro humano. Algo que para muchos aún es ciencia ficción a pesar de tener formación universitaria. La razón es que los avances tecnológicos militares no suelen publicarse en los círculos académicos.