Recuerdo que, en los años 80, escuchaba cómo algunos universitarios decían que «no todos pueden ser listos”, y estas afirmaciones concordaban con una cierta corriente social que, al parecer, pretendía forjar una mentalidad corrupta que permitiese lo que hoy parece ser un mal irremediable que destruye inexorablemente al país.
Voy a enumerar algunos dichos y frases que escuché en más de una ocasión, entre gente del entorno del Opus Dei, que se encuentran en esta línea de difusión de valores antisociales:
* “Lo malo no es robar, lo malo es que te pillen”. Esto lo solían decir en tono humorístico y al parecer esta afirmación difundía simpáticamente una mentalidad de ladrones.
* “No se puede ir en contra de corriente”. Las numerosas veces que escuché esta frase fue en un contexto en el que yo mostraba mi oposición al Opus Dei.
* “Un grupo de jóvenes paró el coche al ver que otro grupo de jóvenes golpeaba a un ciudadano. Se bajaron del coche para unirse a los agresores y maltratar a la víctima” Esto lo solían contar en un contexto de “chistes”, y los que escuchaban solían reaccionar riéndose a carcajadas.
Tan solo con estos ejemplos, se puede ver qué clase de mentalidad tenían quienes difundían semejantes valores que, muy lejos de ser propios de una sociedad sana y vigorosa, más bien eran propios de una sociedad podrida donde la cobardía y la intimidación tenían un papel imprescindible en el mantenimiento de los “listos” o ladrones. Si todos no pueden ser “listos” es porque tiene que haber “tontos” y si no los hay, entonces hay que hacerlos.
Como ya se comentó en el artículo “Bipartidismo y pucherazo” España tiene el doble de políticos que Francia o Alemania a pesar de tener casi la mitad de habitantes. Si a esto sumamos la gran cantidad de “políticos listos” que malversan los bienes públicos, etc. no es extraño que se haya popularizado la frase “No hay pan para tanto chorizo”. Lo cierto es que con tanto “listo” en el poder, la deuda española hace tiempo que es impagable y va en aumento, a pesar de los brutales recortes, de haber aumentado los impuestos, malvendido la empresas públicas rentables y vaciar la caja de pensiones. Es evidente que esos políticos tienen que considerar “tonta” a la sociedad española para hacer lo que están haciendo. ¿Pero cómo pueden conseguir mantenerse en el poder tratando así a la sociedad? Es la estrategia de la complicidad lo que está prolongando esta insostenible situación. ¿Quiénes son los cómplices de los ladrones? En mi opinión:
1) La complicidad de la mayor parte de los políticos es obvia si pensamos en la cantidad de impresentables privilegios que defienden mientras expolian al país sin que se investiguen los paraísos fiscales. A esto hay que añadir la falta de garantías en la constitución de las mesas electorales y la falta de control en los recuentos.
2) La complicidad de los medios de comunicación es decisiva para mantener desinformada a la sociedad y hacerla así “tonta”, y con la “ley mordaza” pretenden hacerla más tonta todavía.
3) La complicidad del Poder Judicial es la razón de la impunidad de tanto “listo”. El hecho de que haya jueces entre los defraudadores que se han acogido a la indignante amnistía fiscal del opusino Ministro de Hacienda Montoro sin que se les haya procesado, da una muestra de la corrupción existente en el Poder Judicial.
4) La complicidad de la banca es innata a todo el proceso de enriquecimiento de los “listos”. Sin la complicidad de la banca no es posible prestar a quien ya, de por sí, tiene una deuda que no se puede pagar. Todos sabemos que un banco no presta a quien no tiene posibilidades de pagar. Aunque la deuda española hace tiempo que es impagable, misteriosamente recibe todos los créditos habidos y por haber de instituciones financieras que al parecer son cómplices de la corrupción. Por poner un ejemplo: La Unión Europea, después de haber “rescatado” con ingentes sumas a España, presiona para que Bankia, que había sido rescatada con fortunas de dinero público, sea privatizada de nuevo lo antes posible a precio de ganga. Esas “presiones” de la UE muestran un descarado interés en la especulación con los bienes públicos.
5) La complicidad de la Iglesia. Si recordamos el tema de las inmatriculaciones y privilegios de la Iglesia, es evidente que las autoridades eclesiásticas son cómplices de los “listos” que están asolando España.
6) La complicidad de los allegados. En mi opinión, el espectro social que forma la base de tanta corrupción es la gran cantidad de allegados que, sin ser políticos, ni jueces, ni periodistas, ni banqueros, son familiares o amigos de cargos públicos que, lógicamente, sacan provecho de sus amistades o su familia. Es precisamente gracias a la pertenencia a una familia o a un “clan” la causa por la que tienen acceso fácil a puestos privilegiados en política, cargos estatales, etc. Por poner un ejemplo: el opusino Trillo encumbró a sus dos hijas, recién salidas de la Facultad de Derecho en dos puestos jurídicos de máxima relevancia estatal, las Cortes y el Consejo de Estado. La complicidad de los allegados podría explicar también el hecho de que Rajoy tenga tantos asesores que no tienen siquiera el título de graduado escolar.
Reflexionando sobre la razón de que haya un número tan enorme como innecesario de políticos en España, si comparamos las cifras con el resto de los países europeos, podemos pensar que es un modo eficaz de tener control sobre la sociedad con una apariencia democrática gracias a la complicidad de los clanes que se mantienen en un sistema de privilegios, no importándoles, al parecer, que el país donde viven pueda llegar a la máxima pobreza y miseria en un corto plazo de tiempo. De esta forma, la sociedad no puede hacer nada, porque quienes la representan, pertenecen en su mayoría a un engranaje de corrupción en el que la complicidad es su estrategia para mantener indefinidamente esta indignante situación.
PD: Las palabras subrayadas son enlaces a fuentes de información.
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