Por desgracia parece estar claro para la mayoría de los ciudadanos que la ley no es igual para todos. Una de las causas de que esto sea así, es que la ilegal presión de ciertos lobbies sobre la justicia, hace que esta sea un instrumento al servicio de esos que deciden quien va a ser vocal del Consejo General del Poder Judicial.
Mediante un ejemplo se va a entender como los medios de comunicación, controlados también por lobbies, moldean las mentes de los ciudadanos mediante indulgencias manipuladoras que permiten una apariencia de indulgencia social hacia lo que a todas luces es intolerable.
Supongamos que un empleado de un supermercado se dedica a hurtar dinero sistemáticamente de la caja de su empresa. Cuando se llega a descubrir que ha sustraido la inmensa cantidad de 15.000 EUR la ley actúa implacable y además de restituir los bienes sustraídos (art. 111 Código Penal) (CP) reparar el daño (art. 112 CP) y pagar una posible indemnización por los daños causados (arts. 113 CP y 114 CP) recibe una condena de prisión de varios años de cárcel. Pero si un político perdona abiertamente a conocidos delincuentes económicos un total de unos 200.000 millones de EUR, o miente descaradamente en un juicio, encontramos en los responsables de la justicia española una indulgencia total. En el primer caso, vemos la amnistía fiscal del PP donde los medios de comunicación hablan del gesto de algunos partidos políticos pidiendo los nombres de los delincuentes económicos indultados. Pero no se habla para nada de una restitución, reparación e indemnización por los daños causados a la sociedad traducidos en precariedad de medios en sanidad, educación, pensiones, etc. además de las penas de prisión correspondientes, porque a sabiendas de que la amnistía era ilegal, el PP votó para su aprobación. Además, esta amnistía fiscal incurría en numerosos delitos tales como administración desleal, prevaricación, malversación, cooperación activa y en comisión por omisión de defraudaciones a la Hacienda Pública, Seguridad Social, tráfico de influencias, encubrimiento de delitos, etc. Pero no solo es el silencio lo reprochable a los medios de comunicación, también lo es que maquillen la imagen del PP hasta el punto de dibujarlos como los grandes luchadores contra el fraude fiscal a pesar de saberse que el PP conocía la identidad de todos los delincuentes económicos contenidos en las listas de Falciani. Así la ilegal amnistía del PP se explica como un “grave error” sin consecuencias penales en lugar de un enorme conjunto de delitos graves.
Podríamos seguir con muchos más ejemplos, pero con los ejemplos expuestos se puede apreciar cómo se intenta manipular a la sociedad de forma que gravísimos delitos se vean con indulgencia, cuando no es así para el resto de los ciudadanos que no nos encontramos en redes ilegales de poder.
Por los comentarios negativos que se pueden leer sobre el libro Naturaleza criminal del Opus Dei, se puede deducir que se trata de una campaña católica de difamación contra el libro.
La puntuación que se puede dar al libro es de 1 a 5 estrellas. Los comentarios de quienes han valorado el libro con solo una estrella, la más baja puntuación posible, ninguno ha leído el libro.
Unos ni siquiera tienen la compra verificada, no obstante, acusan al libro de ser una gran mentira: “Me parece una gran mentira de 200 páginas”. Así lo califica un usuario que, pinchando su nombre, podemos comprobar en su perfil público por su historial de comentarios a libros que se trata de un católico descaradamente. Por cierto, que se puede apreciar que tiene la compra verificada en todos los productos en los que ha dado su valoración excepto en el libro Naturaleza criminal del Opus Dei. Otro que dice ser “médico” intenta desacreditar al autor del libro. Como el anterior, pinchando en su nombre, se puede ver en su perfil que tiene la compra verificada en los productos que ha valorado excepto en el libro sobre el Opus Dei. Además, llama la atención que el único libro que podemos encontrar en su perfil sea el libro sobre el Opus. Este otro individuo de Navarra califica al libro que ni siquiera ha leído como “Un conjunto de elucubraciones fantásticas, a cual más inverosímil y falsa”. Pinchando en su nombre, se puede ver en su perfil que tampoco ha comprado el libro sobre el Opus, pero por sus valoraciones y los libros que ha comprado se puede tener la fuerte sospecha de que se trata de un miembro del Opus Dei.
Otros en cambio, aún teniendo la compra verificada, demuestran no haber leído el libro. Un ejemplo, es este individuo que intenta atacar las fuentes del libro diciendo que tienen poca calidad, cuando el libro tiene 20 páginas de bibliografía con autores de la talla de Ricardo de la Cierva, Ynfante, Espadas, Walsh, Moncada, etc., documentales producidos por reputadas cadenas de televisión que habrían sido demandadas en caso de difundir mentiras sobre el Opus, innumerables artículos y testimonios de víctimas, etc. Pinchando en su nombre podemos ver en su perfil su especial interés en asuntos religiosos y este hombre puede ser un buen ejemplo de como utilizan los católicos la mentira para manipular a la sociedad, negando lo evidente y afirmando lo inadmisible. Basta recordar las innumerables ocasiones donde los super católicos políticos del PP han mentido descaradamente llegando incluso a mentir en declaraciones en juicios.
De esta forma se pueden apreciar las distintas argucias que utilizan los católicos para desprestigiar la información que denuncia sus abusos, en contraste con la postura de los otros católicos que han tenido la desgracia de ser víctimas del Opus Dei y que exigen transparencia dentro de la Iglesia Católica.
Sobre el comentario abusivo del usuario manchego en Amazon, anotar que trás varios días de haber publicado este artículo y haber presentado las quejas correspondientes, el comentario se ha eliminado y al parecer han eliminado también todos los comentarios y valoraciones que este usuario había dejado en Amazon.
Extracto de la página web ACOSO ORGANIZADO que contiene abundante información y fuentes para informarse sobre acosos de naturaleza política.
¿QUÉ ES EL ACOSO ORGANIZADO?
Es una forma de acoso derivada de los programas de represión social sin encarcelamiento ni enjuiciamiento COINTELPRO (del FBI en EE.UU. entre 1956 a 1971) y Zersetzung (empleado durante los años 70 y 80 por la Stasi en la antigua Alemania comunista y otros países del bloque soviético) en el que un grupo de personas vagamente asociadas que, de una manera organizada y sistemática, invaden todos los ámbitos de la vida de una persona buscando siempre la negación plausible.
Buscando la negación plausible se usan contra la víctima técnicas de guerra psicológica de forma metódica y sistemática para destruir completamente su credibilidad haciéndola parecer una enferma mental o mentirosa si ésta intenta comunicar lo que ocurre, amordazándola así psicológica, anímica, social, laboral y económicamente para que sea incapaz de defenderse eficazmente y consiguientemente poder prolongar el acoso durante toda su vida.
Se busca la destrucción de la víctima con falsos diagnósticos psiquiátricos, llevarla a caer en actitudes antisociales, tenderle trampas con montajes para poder encarcelarla o encerrarla en un psiquiátrico, que termine en la indigencia y/o se suicide.
Los motivos para convertirse en víctima de acoso organizado suelen estar relacionados con la destrucción de su credibilidad o la venganza por haber entrado en conflicto con instituciones o personas relacionadas con el poder económico, político o social como pueden ser periodistas, activistas o testigos de delitos cometidos por dichas personas o instituciones.
Muchas víctimas desconocen por completo la motivación de su acoso y se especula con la posibilidad de que puedan ser simplemente parte de experimentos de métodos de tortura.
Otras personas se convierten en víctimas por servir de apoyo a otras víctimas o por el simple hecho de conocer lo que realmente les ocurre.
CAMPAÑA DE ODIO/CALUMNIA/DESPRESTIGIO CONTRA LA VÍCTIMA:
Se inicia una campaña de desprestigio mucho tiempo antes de que la víctima sea realmente acosada. Los acosadores retuercen y fabrican la realidad a través de dicha campaña, mostrando mentiras que pintan a la víctima como: pederasta, una persona con secretos oscuros ocultos, una persona altamente inestable que puede ser una amenaza para la sociedad, una prostituta, un drogadicto, acosador, maltratador, ladrón, terrorista, etc.
Se busca una degradación sistemática de la reputación, la imagen y el prestigio de la víctima en base a explotar rasgos personales y a información verdadera, verificable y desacreditadora junto con información falsa, creíble, irrefutable y, por lo tanto, también desacreditadora de tal forma que sus allegados o aquellos con los que entre en contacto sean incapaces de diferenciar la realidad de la mentira.
La campaña de desprestigio establece el escenario para que la víctima se aísle en casi todos los entornos de trabajo-social-familiar, una vez que comienza el acoso real. La campaña de difamación es fundamental para eliminar todos los recursos y medios de defensa de la víctima, antes de que comience el acoso real. Se lleva a cabo una ingeniería sistemática de fallas sociales y profesionales para socavar la autoconfianza de la víctima generándole dudas sobre perspectivas futuras.
Las personas cercanas a la familia, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo comienzan a ser “reclutados” por los acosadores, quienes se presentan como agentes de la ley, investigadores privados o grupos de ciudadanos afectados/preocupados previo estudio de sus personalidades y de las relaciones que mantienen con la víctima para adaptar el cómo, el cuándo y qué detalles de la campaña se les comunica y/o cómo se les coacciona. A otros les llegan rumores a través del boca a boca o de redes sociales.
Video que explica muy bien que es la deuda ilegítima y como se utiliza esta deuda para degradar y esclavizar a la sociedad a costa de hacer un gran negocio fraudulento y rebajar los derechos sociales.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts ha desarrollado una tecnología que permite enviar mensajes audibles a un cerebro humano sin necesidad de algún aparato receptor.
En la revista Optics Letters de la Sociedad Óptica (OSA), investigadores del Laboratorio Lincoln del Instituto Tecnológico de Massachusetts informan sobre el uso de dos métodos diferentes basados en láser para transmitir varios tonos, música y discursos grabados a un volumen de conversación. Se trata de la primera vez que un sistema utiliza láseres completamente inocuos para los ojos y la piel humana para comunicarse con personas concretas en entornos muy ruidosos.
Los nuevos métodos se basan en el efecto fotoacústico, que se produce cuando un material forma ondas sonoras después de absorber luz. En este caso, los investigadores utilizaron vapor de agua en el aire para absorber la luz y crear sonido. Este sistema funciona también en ambientes muy secos porque siempre hay algo de vapor de agua en el aire que puede reaccionar.
Según los investigadores, las autoridades podrían transmitir mensajes directamente a los cerebros de las personas en situaciones de emergencia como tiroteos, etc. Pero como todos los avances en ciencia el uso de estas tecnologías puede ser bueno o malo. Desgraciadamente, si confiamos en la honestidad demostrada por ciertos gobiernos, estos avances tecnológicos pueden ser una amenaza para la sociedad.
Aunque existen patentes del siglo pasado de aparatos que pueden introducir voces en una cabeza ajena como estas patentes de 1983 y 1988 y es conocida la intención de EEUU. incorporar la telepatía en sus Fuerzas Armadas, no deja de sorprender esta “nueva” tecnología basada en láser.
¡Finalmente admitido! “Nueva” tecnología puede transmitir voces directamente a su cabeza.
El texto en castellano que se incluye a continuación es una traducción del inglés cuyo original se puede leer en este enlace: Mind Control. Es un texto escrito por Magnus Olsson, una víctima sueca de control mental, formado en la Universidad de Harvard el cual fue invitado como experto en el programa de RT “Desde la sombra” que dirigía Daniel Estulin.
El texto describe perfectamente la situación de las víctimas de telepatía artificial. La traducción original del inglés se puede leer en este enlace: Resistencia frente a la violencia.
< “En realidad, el hecho de experimentar la “telepatía artificial” no es que sea algo extraordinario. Es tan sencillo como recibir una llamada de teléfono móvil dentro de la cabeza.
De hecho, la mayor parte de la tecnología utilizada es exactamente idéntica a la tecnología de los teléfonos móviles. El emisor y el receptor están conectados vía satélite. Un ordenador “multiplexor” envía la señal de voz del emisor a través de torres de microondas hasta una posición o teléfono móvil determinados con exactitud. El “receptor” es localizado y rastreado con gran precisión, con un margen de error de unos cuantos metros con respecto a su ubicación real. Sin embargo, el receptor no es un teléfono móvil, sino un cerebro humano.
De repente, una voz surge de la nada en la mente de la persona objetivo. El cráneo humano carece de “cortafuegos” y por lo tanto no puede impedir que la voz entre. El receptor puede oír los pensamientos verbales del emisor. El emisor, a su vez, puede oír todos los pensamientos de la víctima, exactamente como si los pensamientos verbales de la víctima hubieran llegado a pronunciarse o a transmitirse. Por ello, podría decirse que se tiene la sensación de “escuchar voces”, pero la definición más adecuada es la de “telepatía artificial”.
Ahora bien, si la telepatía artificial fuera totalmente voluntaria, como una conversación entre dos amigos sentados uno frente al otro en una habitación, podría ser algo positivo. Uno podría hablar con su amigo una y otra vez, intercambiando pensamientos verbales exactamente como si estuviera hablando por teléfono, pero sin tener que usar ni la voz ni la boca. Es una forma de hablar completamente silenciosa, un habla subvocal. Sería estupendo que los amantes pudieran utilizarla.
Lo malo es que la telepatía artificial constituye un arma perfecta para la tortura mental y para el robo de información. Proporciona un medio extremadamente potente para explotar, acosar, controlar y violar la mente de cualquier persona del planeta. Abre la puerta a una posesión casi demoníaca del alma de otra persona.
Cuando se utiliza como un arma “no letal”, se convierte en un medio ideal para neutralizar o desacreditar a un adversario político. Los manifestantes por la paz, los periodistas incómodos y los líderes de los grupos fuertemente discrepantes pueden quedar anulados y silenciados con esta arma.
La telepatía artificial también ofrece un medio perfecto para la invasión completa de la intimidad. Si todos los pensamientos pueden ser leídos, entonces es que no hay manera de proteger ni las contraseñas, ni los números PIN, ni los secretos personales. Uno no puede estar solo ni en el cuarto de baño ni en la ducha. Las cosas que hacemos en nuestra intimidad y que nos daría vergüenza que se supieran ya no se pueden ocultar, y están sometidas a todo tipo de comentarios hirientes. Pueden recopilar pruebas para chantajearnos con enorme facilidad: todos los errores o deslices que hayamos cometido en el pasado pueden ser objeto de crítica.
Al igual que un pervertido de los que se dedican a llamar por teléfono, una persona hostil que pueda controlar esta tecnología puede llamarnos a cualquier hora del día, todo el santo día. Puede interrumpir nuestro sueño, puede profanar nuestras oraciones, puede burlarse de nuestras creencias religiosas, puede interrumpir nuestras reuniones de negocios, puede hacer que nuestros pensamientos descarrilen. Puede contaminar, pervertir, retorcer y maltratar nuestro sentimiento amoroso. Puede invadir nuestros sueños, puede destruir nuestros buenos recuerdos.
El agresor no puede ser visto ni identificado, la agresión no se puede detener, y el daño psicológico es enorme. Pero no hay daño físico, en el cuerpo no queda ni una sola marca y no hay absolutamente ninguna prueba de que se haya cometido un delito o una intromisión. Todo lo que le “pasa” a la víctima, ocurre dentro de la cabeza de la víctima. ¿Qué pruebas físicas pueden ser aportadas a la policía? Sin pruebas físicas, ¿cómo van a fotografiar la “escena del crimen” o a identificar las huellas del acosador? No hay pisadas ni entrando en la escena ni saliendo de ella. De hecho, la escena física no existe, y no hay ninguna prueba de que la agresión haya tenido lugar.
La mayoría de las personas que sufren esta forma abusiva de “telepatía artificial” se sienten como si su mente hubiese sido violada. Se sienten perseguidas, acosadas, hostigadas y maltratadas por una o varias personas que se niegan a dar sus nombres, que ensucian la mente de sus víctimas con el lenguaje más grosero y perverso que pueda imaginarse, y que se niegan a colgar y a desaparecer. La persona o las personas que llaman disfrutan con la tortura perversa y sádica que infligen a sus víctimas. Además, disfrutan violando la privacidad de sus víctimas, leyendo sus mentes y haciendo comentarios sobre todo lo que las víctimas piensan, en un esfuerzo por demostrarles lo más despiadadamente posible que no tienen intimidad ninguna.
En resumen, las personas que llaman actúan exactamente igual que los violadores o los degenerados que se dedican a acosar. Imaginemos lo que un hombre podría hacer si se encontrase un “teléfono móvil mágico” que le permitiera introducirse en la cabeza y en los pensamientos íntimos de cualquier persona del planeta. La tentación de escoger una persona objetivo al azar y de empezar a espiarla o a maltratarla sería enorme, casi irresistible. Podría convertirse rápidamente en un hobby nauseabundo y retorcido, en un vicio. Si se deja en las manos de un equipo de la policía secreta, la posibilidad de que se haga un mal uso de esta tecnología resulta aún más escalofriante.
Ahora bien, la reacción natural de una persona normal e inteligente que por primera vez sufre la horrorosa experiencia de que le violen la mente es sentir pánico y echar mano de un teléfono de verdad. Llama a su familia, se pone en contacto con su médico o llama a la policía para denunciar algo sumamente extraño: “alguien está emitiendo voces en mi cabeza.”
Pero si es la policía la que está cometiendo estos abusos, las víctimas no van a conseguir gran ayuda, ¿no es así? Y si los policías no son los autores, entonces ¿cómo van a detener a nadie? Lo más práctico y fácil es creer que la persona que llama es un chiflado. Rápidamente, la víctima de la violación mental se ve sometida a la humillación añadida de que la internen en un hospital psiquiátrico, a menudo en contra de su voluntad y a instancias de un ser querido que lo hace “por su bien”.
Cuanto más vehementes sean los esfuerzos que la víctima haga por demostrar que la voz o las voces en su cabeza son “reales”, mayor será la soberbia que las sonrisas de los médicos dejarán traslucir, médicos que insistirán con delicadeza en que dicha tecnología no existe, en que las voces no pueden ser reales, y en que hay que hay que tomarse una fuerte medicación y acostarse para descansar durante un buen rato.
La sensación de “oír voces” (sobre todo las voces que ocasionan un maltrato continuo) conduce directamente a la sala acolchada del pabellón psiquiátrico. De hecho, la sensación de oír voces constituye un ejemplo clásico de esquizofrenia. Si uno oye voces, es que uno está, por definición, loco.
Sin embargo, cuando las personas “que oyen voces” salen del hospital con un suministro de medicamentos caros, con frecuencia se dan cuenta de que los medicamentos no surten efecto, que es exactamente lo que cabría esperar si su problema no tuviera nada que ver con la química del cerebro y en cambio sí que tuviera que ver con una agresión bio-electrónica por parte de unos acosadores ocultos.
Las personas que oyen voces a menudo dejan desconcertados a los psiquiatras, ya que muchas de ellas no encajan en el modelo clásico de la esquizofrenia, cuyos ataques aparecen por lo general a los veintitantos años. Las víctimas de la “telepatía artificial” suelen tener unos treinta o cuarenta años y muchas no tienen antecedentes ni de enfermedad mental grave ni de consumo de drogas. Muchas parecen ser despiertas, saludables y racionales, incluso cuando insisten en que pueden oír voces. Están de acuerdo con los psiquiatras en que sí, que están deprimidas, pero ¿quién no estaría un poco deprimido en unas circunstancias tan difíciles? El hecho de ser acosado e intimidado verbalmente a todas horas es una forma de tortura mental.
Las víctimas de la violación mental se dan cuenta rápidamente de que no pueden hablar de sus “problemas psicológicos” ni con su familia ni con sus compañeros de trabajo. Se trata de algo turbador, muy extraño, que inspira poca compasión y que solamente sirve para asustar a la mayoría de la gente. La única forma en que otra persona puede “ayudar” es sugiriendo a la víctima de violación mental que vaya a ver a un psiquiatra, que de inmediato doblará la dosis de los medicamentos y de los antidepresivos. El resultado será una factura médica exagerada, que sólo añadirá penurias económicas a la situación. Y el hostigamiento verbal continuará.
A medida que aprenden a soportar la tortura diaria, las personas que oyen voces por lo general pueden volver a llevar una vida corriente, en la que son capaces de mantener conversaciones inteligentes y coherentes, conservar un empleo y funcionar con bastante normalidad. De hecho, si no hablan de su “problema”, normalmente no se distinguen de la gente normal que va por la calle. Porque estas personas son personas normales.
El número creciente de personas que “oyen voces” en nuestra sociedad permanece por lo tanto oculto. Aquellos que siguen afirmando que existe una “sociedad secreta de personas que emiten voces hacia el interior de nuestras cabezas” sencillamente son acallados con burlas o etiquetados de esquizofrénicos paranoides, y quedan completamente desacreditados. De hecho, muchos de los que oyen voces han interiorizado la idea de que son enfermos mentales, y se esfuerzan por comprender cómo sus “alucinaciones auditivas” siguen pareciendo tan reales.
Naturalmente, muchas de estas personas que oyen voces están profundamente desconcertadas, y recurren a grupos de apoyo, entre los que se incluyen las comunidades en línea tales como el grupo de apoyo a los oyentes de voces en Yahoo.com.
Quienes duden de la existencia de la “telepatía artificial” no tienen más que ponerse en contacto con alguna de estas comunidades, donde encontrarán a personas que siguen afirmando que están siendo acosadas por personas reales que utilizan una tecnología desconocida o falta de explicación.
Sorprendentemente, hay una cantidad enorme de literatura científica y de pruebas circunstanciales que respaldan esa afirmación. En los próximos artículos, exploraremos la historia de la telepatía sintética y aprenderemos los nombres de los científicos que desarrollaron esta tecnología siniestra. También identificaremos y estudiaremos algunos de los organismos gubernamentales que están utilizando este instrumento de tortura contra ciudadanos inocentes.
A medida que se desarrolla el material de fondo, cada vez quedará más claro que estamos hablando de un moderno proyecto Manhattan (un programa de investigación super secreto, más siniestro y potencialmente más devastador que el desarrolló la bomba atómica).” >
Según la declaración a la televisión sueca de dos testigos presenciales del asesinato de Olof Palme, Leif Ljungqvist y Hans Johansson, el presunto homicida al que se le atribuye la muerte del líder socialdemócrata sueco es inocente. Ambos coinciden que el acusado, Stig Engström, no estaba en el lugar en el momento del crimen y que llegó más tarde, además la descripción física del acusado no coincide en absoluto con la del autor del disparo que acabó con la vida del primer ministro sueco. Los testigos también muestran su decepción por la forma sospechosa de reaccionar de la policía que acudió al lugar, la cual parecía desinteresada en perseguir al verdadero culpable según la impresión de quienes vivieron aquellos momentos.
La versión oficial que circula en los principales medios de comunicación, ha sido muy criticada por la falta de transparencia y la cantidad de irregularidades que, en opinión de muchos, han obstruido las investigaciones y la búsqueda de la verdad.
Los ciudadanos de Estocolmo han mostrado su decepción por el archivo definitivo de las investigaciones sobre el magnicidio de Olof Palme, llegando a calificar el proceso como un fiasco.
Aunque el magnicidio se realizó en la época de la Operación Cóndor y posteriores sucesos como el asesinato de la Ministra sueca de asuntos exteriores, Anna Lindh, y las falsas acusaciones contra Julian Assange que tuvieron lugar gracias a una sospechosa actuación por parte de ciertos miembros de la policía sueca, no se ha tomado en cuenta al parecer, en las investigaciones, la posible intervención de EEUU en estas horribles tragedias.
Imagen: Olof Palme en una manifestación contra la guerra de Vietnam.
En el año 2009, se publicó la noticia de que la agencia gubernamental militar de investigación DARPA había reservado un presupuesto de 4 millones de USD para iniciar un proyecto llamado Silent Talk (charla silenciosa) con el objetivo de permitir la comunicación de soldado a soldado en el campo de batalla sin el uso de voz vocalizada a través del análisis de señales neuronales. Dicho con otras palabras, se trata de telepatía artificial. Al parecer, según este artículo publicado en wired.com el ejército estadounidense ya había dado otros 4 millones de USD en año anterior a la Universidad de California para investigar el potencial de la telepatía mediada por ordenador.
Algo que llama la atención, es que la Universidad de California fue pionera en el desarrollo de tecnologías basadas en Brain Computer Interface que permiten la telepatía artificial, y fue precisamente DARPA quien financió estas investigaciones ya desde los años 70 del siglo pasado.
Según se afirma en la versión inglesa de Wikipedia sobre Brain Computer Interface:
“La investigación en telepatía artificial usando subvocalización se está llevando a cabo en la Universidad de California, Irvine, bajo el científico principal Mike D’Zmura. La primera comunicación de este tipo tuvo lugar en la década de 1960 utilizando EEG para crear código Morse utilizando ondas alfa del cerebro”.