Un ejemplo de como miembros del Opus Dei se embolsan dinero público a costa de sacrificar vidas humanas. El descaro con el que el responsable de la tragedia del YAK-42, el opusino Federico Trillo, mintió para ocultar lo hechos, su impunidad y la impotencia de los familiares de las víctimas ante un personaje siniestro que utiliza el Estado como su propiedad, es una muestra del poder real que tiene el Opus Dei en España. La tragedia del YAK-42 demuestra que la división de poderes en España no existe. La razón es que tanto el poder ejecutivo, legislativo y judicial están infectados por socios del Opus Dei que usan el poder del Estado en beneficio propio en detrimento del interés general.
A pesar de reconocer el Consejo de Estado la culpabilidad del Ministerio de Defensa en la tragedia del YAK-42, su máximo responsable, el opusino Federico Trillo, sigue con total impunidad sobre su responsabilidad de tantas muertes.
Sobre el opusino Federico Trillo se recomienda leer este breve curriculum:
La política trata fundamentalmente de las relaciones de poder de los individuos en una sociedad, y el imperialismo es una forma de imponer los intereses de unos individuos sobre otros a nivel internacional.
Aunque la palabra terrorismo tiene muchas acepciones dependiendo del contexto en que se use, todas las acepciones de esta palabra tienen en común que se refieren al uso sistemático del terror para conseguir los objetivos de quienes lo promueven. Obviamente el terror es causado por actos de violencia que puede ser física o psíquica.
Una vez aclarados someramente estos tres conceptos, vamos a abordar el caso concreto de la relación entre imperialismo, terrorismo y política, cuando el terror se ejerce por parte de individuos que tienen poder en la administración de un Estado que pretende dominar a otros. Cuando un individuo o grupo de individuos intentan imponer sus intereses en la sociedad por medio del terror, y lo hacen desde una posición de la administración del Estado, estamos ante una situación especial de terrorismo en política, concretamente si los objetivos perseguidos por medio del terror pretenden mantener en el poder a organizaciones criminales de forma duradera. Las razones de uso del terror son, entre otras, eludir las repercusiones legales de los actos de los individuos implicados en política que pudiesen acarrear penas de prisión. Así se consigue que los ciudadanos tengan miedo de actuar libremente y se coacciona a las sociedades parasitadas por el imperialismo, porque temen las represalias de criminales en la administración del Estado que amenazan sistemáticamente la integridad de quienes se oponen a sus intereses. Esta es la principal diferencia con otros tipos de terrorismo que, sin pretender un control del Estado, tienen otros objetivos como extorsionar gobiernos para conseguir dinero, llamar la atención para una causa, etc.
El terror es una sensación de miedo intenso que experimenta una persona ante una amenaza seria que no necesariamente debe suponer un daño físico, como la exposición a artefactos explosivos, armas de cualquier tipo, etc. sino que también puede ser una amenaza a la integridad, como por ejemplo penas de cárcel, acosos sistemáticos, pérdida de empleo, etc.
Algunos ejemplos los tenemos en España con el Opus Dei, una secta, lobby y organización criminal que opera con total impunidad gracias a la actuación de sus socios en el Poder Judicial, Ministerio Fiscal, Fuerzas Armadas, Administración del Estado, Bancos, etc. y que por medio de su partido político el PP se ha mantenido en el poder legislativo, llegando incluso a imponer leyes ilícitas como la Ley Mordaza, a pesar de haberse demostrado que es una organización criminal. La mejor prueba del terror que impone a la sociedad esta secta para conseguir su impunidad permanente, es el silencio de los medios informativos sobre el Opus Dei a pesar del grave perjuicio que ha causado y sigue causando en España.
En mi opinión, no es correcto llamar terrorismo de Estado al terrorismo ejercido por miembros de organizaciones criminales que usurpan puestos en el Estado, porque en tal caso es el Estado la primera víctima de estas organizaciones que buscan el poder del Estado para, lucrarse, delinquir con impunidad y castigar con apariencias de legalidad (Montesquieu) a sus oponentes. Pero con frecuencia se confunde al Estado con los delincuentes que usan el poder del Estado con fines ilícitos. Es importante comprender la diferencia y en especial cuando se trata de un Estado de Derecho, porque si el Estado de Derecho es un poder que controla una sociedad (incluidos los que administran los poderes del Estado) por medio de unas normas (leyes) los que administran el Estado serían castigados por el Estado si no fuesen fieles a las leyes. Pero esto no ocurre si los responsables de administrar el poder del Estado pertenecen a organizaciones criminales.
A nivel internacional podemos ver como ejemplo el terrorismo que han ejercido los lobbies que controlan el poder en Washington en países como Irak, Vietnam, Chile, etc. y como se ha usado el terror sistemáticamente con quienes se han atrevido a denunciarlos como ha ocurrido con Julian Assange, quien sin ser víctima de agresiones físicas ha sido víctima de una situación de violencia psíquica extrema durante años. El periodista Gary Webb y otros tantos ejemplos dan una idea de como el terror y asesinatos selectivos (Olof Palme, Carrero Blanco, Salvador Allende, etc.) han causado esa depuración en los medios informativos y políticos occidentales por la cual se condena a los opositores a Washington (Rusia, Irán, China, etc.) pero no cuestiona los graves crímenes cometidos sistemáticamente por esas organizaciones terroristas que dirigen la OTAN. Las llamadas “revoluciones de color” son operaciones terroristas gravísimas que en el mejor de los casos provocan sangrientas caídas de gobiernos, y en el peor de los casos provocan guerras que paga la población civil con matanzas de inocentes o con forzosos exilios para eludir la muerte. Pero los medios occidentales no cuestionan estas prácticas, sino que las presentan como una reacción del pueblo que lucha por la “libertad”.
Definitivamente, el terrorismo es un medio que ayuda a mantener en el poder político de occidente a políticos sumisos a los intereses del imperialismo de Washington y la mejor prueba de esto es que los gobiernos occidentales, especialmente los europeos, sacrifican los intereses de las sociedades a las que supuestamente representan en beneficio de las mafias que controlan EE.UU. Por esta razón la sociedad es víctima de organizaciones terroristas que utilizan el poder del Estado para aterrorizar a los ciudadanos que cuestionan sus actos, y mediante el control de los medios de comunicación se permite demonizar a sus opositores para así justificar con “apariencias de legalidad” sus castigos. No deja de sorprender que los terroristas utilicen para justificar su violencia palabras como libertad, democracia y justicia.
Yugoslavia es uno de tantos ejemplos de qué significa el terror causado por el imperialismo:
Göran Lindberg es un jurista sueco que tuvo importantes cargos en la policía como jefe de policía, rector de academia de policía nacional sueca (1989–1997) y jefe superior de policía de toda la provincia de Uppsala (1997–2006).
Lindberg fue un destacado impulsor de la lucha contra la discriminación por sexo, acosos sexuales y violaciones, especialmente dentro del cuerpo de policía. Esto le proporcionó elogios de colegas, prensa y políticos. Pero también le provocó conflictos con parte de la policía y ciertos sectores políticos. En el año 2010 fue detenido acusado de violación y se le condenó a 6 años de cárcel lo que causó una gran atención mediática a causa de su popularidad por su lucha por las cuestiones de género.
Lindberg fue ascendido en 1997 al puesto de jefe superior de la policía de Uppsala y provincia. Su mandato fue controvertido y estuvo marcado por las quejas de los sindicatos policiales y de los políticos municipales. No obstante, cuando acabó su mandato, el Gobierno prolongó su mandato 3 años más por recomendación del entonces Ministro de Justicia Thomas Bodström.
A causa de las numerosas denuncias de ciudadanos por el maltrato que recibían de la policía, la Fiscalía le llamó la atención a la autoridad policial y esto animó a G. Lindberg a tomar la iniciativa de un proyecto para capacitar a la policía en el trato con los ciudadanos. En 2003 el proyecto se materializó en la enseñanza de todo el personal de policía en materia de competencia en el trato con la ciudadanía. También fue responsable del proyecto de la Unión Europea Genderforce para aumentar la igualdad de género entre otras cosas.
Es evidente que la lucha de Göran Lindberg le proporcionó muchos enemigos. Cuando fue condenado entre otros delitos por violación y comprar sexo, lo único que él reconoció haber hecho es haber comprado sexo, pero nada más. Además, se le acusó de pedofilia, pero no se le condenó por esto a falta de pruebas, pero el daño quedó ahí. Fueron las conmovedoras declaraciones de las presuntas víctimas las pruebas de peso que le condenaron. En Suecia es un delito comprar sexo desde 1999.
Por poner un ejemplo de una víctima: Se trata de una chica que supuestamente fue violada en una habitación en una sala de conferencias en la localidad de Täby. Según la sentencia, la chica fue sometida durante un periodo largo de tiempo a sádica violencia sexual. Cuesta creer que en una sala de conferencias donde suele haber empleados y gente, pudiese ser torturada y violada una mujer sin que nadie avisase a la policía inmediatamente. De esta forma habría que aceptar que una chica pudiese ser víctima de tan crueles tratos sin dar un solo grito, cuando lo que cabe esperar como razonable es aceptar que alarmase a toda la comunidad a causa de prolongados y despavoridos gritos de dolor. Esta situación me es familiar porque yo mismo he sufrido las consecuencias de falsos testimonios cuando fui acusado de haber asustado a dos muchachos mucho más altos que yo, los cuales afirmaban que yo estaba tan borracho que casi no podía andar para continuar afirmando que arrastré a uno de ellos, que debería de pesar casi 100 kilos, unos 10 metros. Aunque el testimonio de las presuntas “víctimas” era inverosímil, los jueces, que eran políticos municipales, me condenaron. El denominador común que encuentro entre Lindberg y mi persona, es que ambos luchábamos contra graves delitos de violación mediante denuncias que lógicamente podían incomodar bastante a los responsables, gente muy peligrosa acostumbrada a delinquir impunemente gracias a usurpar instituciones del Estado.
Con esto dejo la duda de si Göran Lindberg era un horrible pervertido o un héroe víctima de un complot. En ese último caso, todo encajaría con las circunstancias del asesinato de la ministra sueca Anna Lindh o que la policía culpase del magnicidio de Olof Palme a un inocente según los testigos presenciales del crimen. Lo que parece estar claro, es que la prensa en general no le dio la más mínima oportunidad de dar credibilidad a sus negaciones de los hechos que se le imputaban, aunque no negaba el haber comprado sexo, un hecho que implica un acuerdo entre las partes y que no es delito en la mayoría de los países europeos, estando incluso regulado en países como Alemania, Holanda, Suiza, Grecia, etc. lo que permite a las trabajadoras sexuales cotizar en la seguridad Social.
Antes de detenerlo lo estaban investigando por violaciones y compra de sexo, pero no hay forma de saber si esta investigación era fruto de las enemistades que se ganó en el cuerpo de policía y entre políticos o, si realmente se trató de una investigación honesta ante un sádico pervertido que disfrutaba torturando mujeres.
Extracto de la página web ACOSO ORGANIZADO que contiene abundante información y fuentes para informarse sobre acosos de naturaleza política.
¿QUÉ ES EL ACOSO ORGANIZADO?
Es una forma de acoso derivada de los programas de represión social sin encarcelamiento ni enjuiciamiento COINTELPRO (del FBI en EE.UU. entre 1956 a 1971) y Zersetzung (empleado durante los años 70 y 80 por la Stasi en la antigua Alemania comunista y otros países del bloque soviético) en el que un grupo de personas vagamente asociadas que, de una manera organizada y sistemática, invaden todos los ámbitos de la vida de una persona buscando siempre la negación plausible.
Buscando la negación plausible se usan contra la víctima técnicas de guerra psicológica de forma metódica y sistemática para destruir completamente su credibilidad haciéndola parecer una enferma mental o mentirosa si ésta intenta comunicar lo que ocurre, amordazándola así psicológica, anímica, social, laboral y económicamente para que sea incapaz de defenderse eficazmente y consiguientemente poder prolongar el acoso durante toda su vida.
Se busca la destrucción de la víctima con falsos diagnósticos psiquiátricos, llevarla a caer en actitudes antisociales, tenderle trampas con montajes para poder encarcelarla o encerrarla en un psiquiátrico, que termine en la indigencia y/o se suicide.
Los motivos para convertirse en víctima de acoso organizado suelen estar relacionados con la destrucción de su credibilidad o la venganza por haber entrado en conflicto con instituciones o personas relacionadas con el poder económico, político o social como pueden ser periodistas, activistas o testigos de delitos cometidos por dichas personas o instituciones.
Muchas víctimas desconocen por completo la motivación de su acoso y se especula con la posibilidad de que puedan ser simplemente parte de experimentos de métodos de tortura.
Otras personas se convierten en víctimas por servir de apoyo a otras víctimas o por el simple hecho de conocer lo que realmente les ocurre.
CAMPAÑA DE ODIO/CALUMNIA/DESPRESTIGIO CONTRA LA VÍCTIMA:
Se inicia una campaña de desprestigio mucho tiempo antes de que la víctima sea realmente acosada. Los acosadores retuercen y fabrican la realidad a través de dicha campaña, mostrando mentiras que pintan a la víctima como: pederasta, una persona con secretos oscuros ocultos, una persona altamente inestable que puede ser una amenaza para la sociedad, una prostituta, un drogadicto, acosador, maltratador, ladrón, terrorista, etc.
Se busca una degradación sistemática de la reputación, la imagen y el prestigio de la víctima en base a explotar rasgos personales y a información verdadera, verificable y desacreditadora junto con información falsa, creíble, irrefutable y, por lo tanto, también desacreditadora de tal forma que sus allegados o aquellos con los que entre en contacto sean incapaces de diferenciar la realidad de la mentira.
La campaña de desprestigio establece el escenario para que la víctima se aísle en casi todos los entornos de trabajo-social-familiar, una vez que comienza el acoso real. La campaña de difamación es fundamental para eliminar todos los recursos y medios de defensa de la víctima, antes de que comience el acoso real. Se lleva a cabo una ingeniería sistemática de fallas sociales y profesionales para socavar la autoconfianza de la víctima generándole dudas sobre perspectivas futuras.
Las personas cercanas a la familia, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo comienzan a ser “reclutados” por los acosadores, quienes se presentan como agentes de la ley, investigadores privados o grupos de ciudadanos afectados/preocupados previo estudio de sus personalidades y de las relaciones que mantienen con la víctima para adaptar el cómo, el cuándo y qué detalles de la campaña se les comunica y/o cómo se les coacciona. A otros les llegan rumores a través del boca a boca o de redes sociales.
Según la declaración a la televisión sueca de dos testigos presenciales del asesinato de Olof Palme, Leif Ljungqvist y Hans Johansson, el presunto homicida al que se le atribuye la muerte del líder socialdemócrata sueco es inocente. Ambos coinciden que el acusado, Stig Engström, no estaba en el lugar en el momento del crimen y que llegó más tarde, además la descripción física del acusado no coincide en absoluto con la del autor del disparo que acabó con la vida del primer ministro sueco. Los testigos también muestran su decepción por la forma sospechosa de reaccionar de la policía que acudió al lugar, la cual parecía desinteresada en perseguir al verdadero culpable según la impresión de quienes vivieron aquellos momentos.
La versión oficial que circula en los principales medios de comunicación, ha sido muy criticada por la falta de transparencia y la cantidad de irregularidades que, en opinión de muchos, han obstruido las investigaciones y la búsqueda de la verdad.
Los ciudadanos de Estocolmo han mostrado su decepción por el archivo definitivo de las investigaciones sobre el magnicidio de Olof Palme, llegando a calificar el proceso como un fiasco.
Aunque el magnicidio se realizó en la época de la Operación Cóndor y posteriores sucesos como el asesinato de la Ministra sueca de asuntos exteriores, Anna Lindh, y las falsas acusaciones contra Julian Assange que tuvieron lugar gracias a una sospechosa actuación por parte de ciertos miembros de la policía sueca, no se ha tomado en cuenta al parecer, en las investigaciones, la posible intervención de EEUU en estas horribles tragedias.
Imagen: Olof Palme en una manifestación contra la guerra de Vietnam.
Parece como si la izquierda española estuviese manipulada o tuviese miedo de la verdad. La verdad es que se habla mucho de fascismo cuando en realidad se refieren a sicarios neoliberales del imperialismo de EEUU.
Los golpes de Estado, privatizaciones, neoliberalismo, etc. actuales son cosa de EEUU y sus socios, y no de Franco que murió hace muchos años. El franquismo tiene dos etapas claramente distintas: La primera fascista pro-Alemania nazi con una ideología de defensa de la patria, y la segunda, a partir de los años 60, opusina pro-EEUU neoliberal con una ideología más bien de «venta de la patria» como ha demostrado el bipartidismo diseñado por el Opus Dei, PP-PSOE, en sus alternantes gobiernos. No obstante los sicarios de EEUU tuvieron que esperar a que muriese Franco para empezar a vender España a las multinacionales extranjeras haciendo negocio personal con total impunidad.
No olvidar que la Operación Cóndor, orquestada por la CIA, donde fueron asesinados sistemáticamente cientos de miles de intelectuales y simpatizantes de izquierda, tuvo como militares activos a miembros del Opus Dei los cuales no eran en absoluto fascistas, sino sicarios del imperialismo americano.
La transición, el Rey, los gobiernos del Opus fueron orquestados por la CIA y la CIA no es fascista, es solo una organización criminal con un inmenso poder que asesina sistemáticamente para asegurar los intereses de las grandes corporaciones. Esos del Opus sacando banderas en la calle se ríen de todos al hacer creer que son franquistas «patriotas» cuando en realidad se trata de sicarios de corporaciones extranjeras.
Parece que hay interés en ocultar esto, que España está sufriendo las consecuencias de la deuda impagable a causa de los sicarios del imperialismo americano. Es muy sospechoso que en el Ministerio de Justicia haya tanto interés en la «Memoria Histórica» pero ningún interés en recuperar las inmensas fortunas estafadas y robadas por los ladrones neoliberales que, a sabiendas, han permitido la esclavitud de la deuda impagable a las generaciones venideras a costa de llenarse los bolsillos ilícitamente.
Solo bastaría un juez para exigir responsabilidad criminal tanto a los que han vendido empresas públicas rentables como a los que las han comprado, en calidad de presuntos autores, de participación o complicidad de diversos delitos como administración desleal de los bienes públicos, de malversación de bienes públicos, prevaricación, de tráfico de influencias, de cohecho, etc. Teniendo en cuenta la ilegalidad de las operaciones financieras en perjuicio del interés público, se podría contemplar la devolución de los bienes públicos estafados y una indemnización por los daños ocasionados durante décadas a tantas familias.
Para garantizar su impunidad, parte del diseño consiste en el control del Poder Judicial de forma que se politiza la judicatura la cual persigue mediante calumnias y acusaciones falsas a quienes se atreven a plantarles cara, y buen ejemplo de esto lo tenemos con Rafael Correa, Evo Morales, etc. que han sido falsamente acusados y perseguidos por jueces que defienden los intereses de EEUU en su propio país.
Friedrich Nietzsche escribió en su obra Así habló Zaratustra un ensayo sobre “la cordura respecto a los hombres”. En este ensayo cargado de ironía y mordacidad exponía brillantemente la diferencia entre la vanidad y el orgullo. Son conceptos que para muchos son sinónimos, pero merece la pena precisar ambos conceptos para comprender que en realidad se trata de dos conceptos opuestos, y muchos reconocerán que gran parte de los males que sufrimos en política se podrían evitar si los ciudadanos tuviesen más clara la diferencia, porque de esta forma se podrían alentar los valores positivos y despreciar los valores negativos que perjudican a una sociedad honesta que se defiende contra la corrupción.
Según Nietzsche la vanidad necesita de espectadores y se alimenta de alabanzas y mentiras. Lo importante son las apariencias y la madre de todas las tragedias es la vanidad ofendida. Así, la vanidad no es más que el amor a una falsa imagen de sí mismo, que se infla a base de mentiras y que triunfa entre quienes tienen gusto por las apariencias. Dentro de quienes cultivan esta virtud, podemos encontrar todo tipo de personajes “ilustres” en la sociedad. Desde los que pretenden prevalecer como escritores gracias a rimbombancias pedantes que desfiguran el posible mensaje que quisieran transmitir, pasando por los “trepas” en la administración, ejército, Poder Judicial, etc. hasta llegar a la “cumbre” de la política donde los “representantes” del interés público consiguen dudosos títulos universitarios y hasta honores que contrastan con su mediocridad en sus respectivas actuaciones. Así se explica que la mentira sea tolerada sistemáticamente en la política española sin causar ninguna dimisión.
El orgullo en cambio desprecia la mentira. Una persona orgullosa se ama a sí misma por lo que es gracias a superarse mediante esfuerzo, y se ofende ante adulaciones y falsas alabanzas. Si se ofende un orgullo, entonces puede nacer algo mejor en la persona ofendida estimulando un espíritu de superación, porque amarse a sí mismo significa que tú eres lo que tú consigues por tu valía, y no aceptas ser lo que dicen que eres, o lo que un cargo conseguido de forma deshonesta hace creer que eres ante los demás.
Si realmente tuviésemos una sociedad orgullosa, no se permitiría esa impresentable casta política que desde generaciones asola el país con impunidad. Al no diferenciar entre vanidad y orgullo, algo tan legítimo y deseable como es el orgullo se desprecia socialmente como un defecto imperdonable. Creo que tendríamos una sociedad mucho mejor y más sana, si todos intentásemos tener más orgullo y menos vanidad.
Un autor que escribía sobre política y que usaba el seudónimo de “Herr Koch” publicó en el año 2008 un artículo en periodistadigital.com titulado “En ocasiones oigo voces”. El artículo, que denunciaba el uso ilegal de tecnologías que producían voces en la cabeza, afirmaba lo siguiente:
“La próxima vez que crea oír voces en su cabeza, présteles atención. Es posible que no se trate de su imaginación desbocada ni del insoportable estrés tan habitual en nuestros días. Es posible que no sea una vulgar posesión por parte de un puñado de diablillos con ganas de fastidiarle. Es posible que las voces sean de verdad. En realidad, la capacidad para introducir voces ajenas en la mente de otros no es exclusiva de algunos telépatas de Ciencia Ficción, sino que la tecnología necesaria para ello está disponible desde hace al menos cuarenta años (probablemente más). De hecho, se ha utilizado en más de una ocasión para llevar a cabo unas, digamos, «operaciones encubiertas» de control mental que, mediante el manejo a distancia de una mente incauta, ha dejado a sus promotores a salvo de toda sospecha. Resulta tranquilizador para el que organiza, por ejemplo, un magnicidio, el hecho de que, si detienen al encargado de ejecutar materialmente el asesinato, éste pueda jurar (y hacerlo además con total convencimiento) que actuó de esa manera porque «la voz de Dios (o del Demonio) así me lo ordenó…; créame señor juez, no le miento, su voz me decía una y otra vez lo que debía hacer…»
Aunque pueda parecer que el artículo trataba sobre teorías de la conspiración, no deja de sorprender que el asesino de Anna Lindh, ministra sueca de AAEE, escuchase “voces en la cabeza” que le ordenaban atacarla. Además, se ha demostrado que la vida de la ministra socialista se pudo haber salvado tras el atentado, pero no fue así por negligencia de los médicos que la trataron al llegar a urgencias. Da la impresión como si la hubiesen rematado en el hospital, y esto refuerza la idea de que en realidad se trató de una operación encubierta contra un político que molestaba a ciertos poderes. No es la primera vez que un político socialista sueco es asesinado, y este magnicidio se suma a otros muchos de políticos que, estando en contra de los intereses de EEUU, han muerto de forma violenta. Solo en la Operación Cóndor se estima que cientos de miles de personas fueron torturadas y asesinadas debido a su afinidad política.
Pero además de posibles operaciones encubiertas hay otros motivos para usar estas tecnologías aún más peligrosos. Si oír “voces en la cabeza” se asocia a homicidios, se consigue difundir el miedo a quienes denuncian ser víctimas de estas tecnologías, porque son estigmatizadas como esquizofrénicas. Aunque está constatado que la inmensa mayoría de las personas que escuchan “voces en la cabeza” no son peligrosas, basta buscar en Internet las palabras “Homicidio” y “Voces en la cabeza” para comprender que realmente hay muchos casos que contribuyen a crear una especie de psicosis hacia quienes denuncian tener estos síntomas.
En Suecia es mucho más grave la situación. Buscando en Internet por las palabras clave “Mord” (homicidio) y “Röster i huvudet” (voces en la cabeza) puede sorprendernos la cantidad de homicidios que suceden en Suecia causados por gente que dice “oír voces en sus cabezas”. Una víctima sueca ha creado un sitio en Internet (White TV) que recoge multitud de casos de personas que han cometido homicidios bajo la presión de programas ilegales de lo que han dado en llamar “control mental”. Pero en el caso de que realmente fuese cierto que existiese una conspiración para causar muertes en operaciones encubiertas, ¿cuál sería el objeto de estos homicidios? Para responder a esta pregunta hay que atender a distintas situaciones y no dar una sola respuesta como posible explicación.
En España habría que recordar el artículo sobre la cuarta planta de la clínica del Opus Dei, que, según las víctimas, “los siervos de a pie (del Opus) son los encargados de provocar en el infortunado paciente algunos de los síntomas que lograrán dar con sus huesos en el hospital, la cárcel o el psiquiátrico”. En este caso se trata de eliminar mediante acosos a personas que se interponen en los intereses del Opus Dei. Las razones pueden ser políticas, administrativas, etc. Aunque en el fondo todo se reduce siempre a intereses económicos.
En Suecia se han dado numerosos casos de homicidios donde los agresores se quejaban de oír voces en su cabeza que les ordenaban atacar. Por ejemplo, un caso en un colegio en la ciudad sueca de Tröllhättan sentó precedentes para crear un clima de psicosis hacia quienes denuncian ser víctimas de estas tecnologías. Gracias a estos atentados, muchas víctimas de las tecnologías mencionadas prefieren probablemente guardar silencio y vivir una vida de continuas vejaciones por miedo a posibles consecuencias, ante la certeza de que nadie les va a creer.
En los Países Bajos, según un estudio realizado por investigadores holandeses, mucha gente considerada sana escucha voces regularmente. En este caso se normaliza el abuso contra la población sin que necesariamente las víctimas se consideren una amenaza. Aunque pueda parecer un disparate, las neurociencias tienen una escalofriante aplicación en producción animal y los homínidos no se escapan de estos objetivos.
Existe cierta similitud entre la utilización de estas tecnologías con la Operación Cóndor, el fin parece ser el mismo, eliminar o torturar a opositores políticos, o quizá más preciso, personas que suponen un obstáculo para los intereses económicos de las mafias financieras que dominan los países occidentales. El espectro de víctimas mortales de esta política de eliminar a quienes estorban o amenazan la impunidad de estas mafias, es mayor de lo que muchos pueden imaginar, y no solo se trata de activistas de izquierdas o periodistas, también muchos miembros de los cuerpos de seguridad del Estado están muriendo de forma violenta sin que se esclarezcan los hechos sobre estas muertes. De esta forma se podría explicar cómo pueden ciertos lobbies lucrarse impunemente gracias al invento neoliberal, por el que, gracias a privatizaciones masivas del sector público, se estafan fortunas del erario sin que la sociedad, que es quien en realidad paga, pueda impedirlo. La gran diferencia con la Operación Cóndor, es que las tecnologías basadas en neurociencias desarrolladas en las últimas décadas, permiten demonizar a las víctimas y usarlas como pretexto para aumentar las medidas de represión, de forma similar a como se han usado los atentados terroristas como pretexto para tomar medidas contra la integridad de los ciudadanos completamente inaceptables en una democracia.
En política la expresión puerta giratoria se refiere a una conducta que está tipificada como delito en varios países como Francia, Canadá y Japón, y aunque en España esta conducta no esté tipificada como delito, esto no quiere decir que no se trate de comportamientos ilegales generalizados. Vamos a analizar estos comportamientos ilegales que conlleva la práctica de las puertas giratorias.
Cuando hablamos de puertas giratorias en un contexto político, estamos hablando de altos cargos públicos que al terminar su mandato se van al sector privado donde ocupan, en muchos de los casos, puestos privilegiados en empresas, las cuales ofrecen generosas remuneraciones económicas que no se corresponden con el tiempo de trabajo ofrecido. Por ejemplo, con frecuencia el trabajo se reduce a unas pocas reuniones al año sin ni siquiera tener experiencia en el sector que se supone que los ex-políticos tienen que asesorar. Tal es el caso de Arsenio Fernández de Mesa, ex-director general de la Guardia Civil que, sin experiencia ni estudios en el sector energético, se le incorporó como consejero en el REE con un sueldo base de 156.000 euros por 11 reuniones anuales. Estos sospechosos privilegios al ocupar cargos en el sector privado, suelen ser consecuencia de los favores que han hecho los altos cargos públicos en el ejercicio de sus funciones al sector privado que, en pago, ofrece generosas ofertas para ocupar entre sus cargos directivos. Lo más grave de estas conductas es que, en muchas ocasiones, suponen un grave perjuicio de lo público en beneficio de los intereses privados de los que los políticos corruptos pasan a formar parte.
Delitos:
Administración desleal: Este delito está tipificado en el artículo 252 del Código Penal, y se refiere a delitos contra el patrimonio al administrar bienes ajenos causando perjuicio a sus propietarios. En el caso de las puertas giratorias se han dado casos de vender empresas públicas rentables como, por ejemplo, Endesa, que su proceso de privatización supuso un expolio a los ciudadanos que financiaron mediante la tarifa eléctrica las inversiones que hicieron de Endesa una gran empresa rentable. El expolio se inició con el gobierno del PSOE de Felipe González y se culminó con el gobierno del PP de Aznar. Curiosamente ambos, Aznar y González, terminaron en los consejos de administración de empresas eléctricas, al igual que otros muchos cargos del PP y del PSOE.
Tráfico de influencias: Se trata de delitos por los que prevaleciéndose de un alto cargo se influye en la administración para sacar beneficio. Las actividades de los lobbies influyendo a la administración para beneficio propio en perjuicio de lo público, se suelen realizar por medio de políticos que pertenecen a un lobby, y estas actividades se podrían encuadrar dentro del delito tipificado como tráfico de influencias. En España el lobby por excelencia es el Opus Dei, y la práctica de las puertas giratorias se lleva realizando desde los tiempos de Franco, especialmente por parte de ministros opusinos que después pasaron a ser banqueros como, por ejemplo, López Bravo, López de Letona, Oriol, etc. que pasaron al Banesto. Mariano Navarro Rubio que de ministro de Hacienda pasó a gobernar el Banco de España para, más tarde, ser condenado e indultado por el escándalo Matesa, etc.
Malversación: Es un delito que tiene que ver con la sustracción o uso indebido de un patrimonio. En el caso de las puertas giratorias se trata de políticos que tienen a su cargo la custodia de un patrimonio público, y que lo malvenden para ser después recompensados. Ejemplos de malversación son la venta de empresas públicas rentables, regalar dinero público a bancos, las inmatriculaciones de la Iglesia que mediante la opusina ley de Aznar de 1998 se permitió el expolio de lo público sin control de los bienes expoliados y los beneficios derivados de estos, etc.
Prevaricación: Se trata de un delito cometido por funcionarios o cargos públicos que en el ejercicio de sus funciones actúan a sabiendas de forma arbitraria incumpliendo su deber.
Alta traición: Supone cometer un acto de extrema deslealtad hacia un país, en este caso malvender los bienes públicos o regalarlos a intereses extranjeros. Por ejemplo, malvender empresas públicas rentables a capital extranjero, o regalar inmensas cantidades de propiedades públicas a la Iglesia Católica que, en definitiva, sus bienes están a disposición de la potencia extranjera llamada Vaticano. En mi opinión, se atenta contra la soberanía y seguridad del Estado.
Cohecho: Consiste en el ofrecimiento, pago o promesa de una ventaja económica por realizar un acto en el ejercicio del cargo.
No descarto la posibilidad de que las puertas giratorias puedan recoger más conductas tipificadas en el Código Penal español, pero ya con los delitos expuestos, sería suficiente motivo para procesar a los responsables del expolio de los bienes públicos y, en mi opinión, no solo eso, sino que además se podría exigir la devolución de los bienes expoliados y procesar a los receptores de estos bienes públicos por ser coautores de estos delitos o cooperadores necesarios según el caso.
Aunque las puertas giratorias pueden suponer un conjunto de comportamientos ilegales, los cuales serían motivo suficiente para una persecución de oficio por parte del Ministerio Público en defensa de la legalidad, habría también que pensar en las consecuencias drásticas que han supuesto para la sociedad. Por ejemplo, sobrecargándo injustamente a tantas familias españolas al aumentar las tarífas eléctricas varias veces al año hasta alcanzar los precios más altos de la UE. La alevosía está en las ganancias multimillonarias que estas eléctricas han conseguido gracias a ensañarse con la población española. Pero hay consecuencias de la corrupción mucho peores para la población como los desahucios gracias a la venta de viviendas de protección oficial a fondos buitre, las muertes por falta de asistencia médica, etc.
Todos los abusos recogidos en la práctica de las puertas giratorias se permiten gracias a la corrupción del Tribunal Supremo, competente para conocer de los delitos de los presidentes de gobierno y sus ministros que, por acción u omisión, permanece impasible ante tantas ilegalidades que asolan el país con terribles consecuencias económicas para la población. Estas son las consecuencias de que políticos reputadamente corruptos designen a dedo a los componentes del Consejo General del Poder Judicial.
La inesperada muerte del Fiscal General del Estado José Manuel Maza ha causado extrañeza en muchos ciudadanos, y en especial el hecho de no haberse permitido la autopsia del fallecido para salir de dudas sobre las causas reales de su muerte.
Sin entrar en elucubraciones que podrían encasillarse en lo que se ha dado en llamar teorías de la conspiración, hay algunas irregularidades que conviene resaltar para comprender que no se ha actuado correctamente por parte de los actores con competencias en este drama.
Según se ha publicado en TVE, Maza falleció en una clínica de Buenos Aires a causa de un “proceso infeccioso renal agravado por una patología crónica”. Una patología crónica implica que el paciente sufre una enfermedad por un tiempo prolongado, lo que repercute en su capacidad de defensa ante posibles complicaciones. No deja de extrañar que una persona de 66 años de edad debilitada por una enfermedad prolongada, viaje a países lejanos con una apretada agenda de trabajo como ha sucedido en este caso. También llama la atención que una persona enferma de 66 años de edad se mostrara muy activa durante toda una semana en su visita al Cono Sur, para después mostrarse repentinamente indispuesta y ser ingresada en una clínica privada donde fallece tras varios días de convalecencia.
En estas circunstancias, y para eliminar dudas sobre las causas de la muerte de Maza, debiera haberse realizado una autopsia. Pero la negativa por parte tanto de los familiares del fallecido como del Gobierno del PP, ha dado lugar a que muchos ciudadanos desconfien una vez más de la transparencia de un Gobierno excesivamente manchado por la corrupción. Aunque el PP ha demostrado que la veracidad de los resultados de sus autopsias no son de fiar, como se demostró en las autopsias de la tragedia del YAK-42 cuando Trillo era ministro de Defensa, podrían haber intentado un simulacro de autopsia falseando los resultados como hicieron con las víctimas del accidente del YAK-42, de esta forma se disiparían en gran parte las sospechas de muchos. Pero es el hecho de que el cadaver se encontrase en un país extranjero lo que hace pensar que no deseaban arriesgar que los resultados trascendieran a gente que no fuese de su confianza. Es evidente que prefieren dar lugar a sospechas antes que arriesgar a que los resultados de una posible autopsia se hiciesen públicos. Esto recuerda la descarada postura del PP impidiendo la investigación parlamentaria de los paraísos fiscales.
Tampoco ha sido muy acertada la postura del Gobierno argentino al no exigir una autopsia de una muerte sucedida en su jurisdicción, y que da lugar a suspicacias. Mientras no se haga una autopsia no hay forma de averiguar si la muerte fue producida por causas naturales o inducida por la presencia de una sustancia tóxica adquirida por envenenamiento.
Independientemente de que la familia del fallecido se negara, el Gobierno argentino podría legalmente haber exigido que se realizara una autopsia, para de esta forma dar una imagen de transparencia y no mancharse en este asunto.
No deja de resultar llamativo que Maza desapareciese en un “momento crítico”, como lo ha definido el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, donde el caso Gürtel y las causas contra los independentistas catalanes estaban en estado candente. También llama la atención la cantidad de miembros del PP relacionados con el caso Gürtel que han muerto recientemente, y no precisamente por causas naturales.
Por último recalcar que el Fiscal General del Estado es puesto a dedo por el PP. Según se demuestra en el libro Naturaleza criminal del Opus Dei, el PP es el brazo político de este lobby, y es muy forzado aceptar que alguien que no sea un incondicional del Opus Dei sea asignado por el PP para un alto cargo. La posición de los familiares de Maza, de no exigir una autopsia, está en la línea de las familias del Opus Dei que no dejan transcender sus tragedias a pesar de ser provocadas en circunstancias extrañas, como por ejemplo la muerte de una joven que se suicidó tras graves e insistentes acosos por parte de miembros del Opus Dei. Algo que refuerza la imagen de oscuridad que tiene este lobby con rango de prelatura personal del Papa.
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